En el Cerro del Castillo hay bastantes más historias que las que dejó la Guerra Civil.
Hoy ha quedado perfectamente claro. Las cerámicas medievales que encontramos ayer resultaron provenir de una fosa parcialmente destruida durante los trabajos de fortificación del cerro a partir de 1937. Pero estos trabajos no arrasaron por completo la fosa: una parte considerable se encontraba intacta, salvada milagrosamente entre dos grandes zanjas de la Guerra Civil.
Dentro de la fosa apareció una gran cantidad de cerámica medieval in situ, un cuchillo de hierro y muchos huesos de animales, carbones y cenizas. Para nuestra sorpresa, no todos los restos eran del siglo XI-XII (la época en que se funda Abánades, por cierto). Identificamos además numerosos fragmentos cerámicos de la Segunda Edad del Hierro (s. V-II a.C.), es decir, de época celtibérica. Por lo visto, las tropas franquistas no fueron las únicas en destruir yacimientos arqueológicos. Los medievales hicieron lo propio con los niveles prehistóricos del cerro al excavar un hoyo para echar la basura. Además, no sólo perforaron las capas de la Edad del Hierro, sino que incluso sacaron a la luz cerámicas más antiguas, del II milenio a.C. (Edad del Bronce). Quizá a esa época pertenezca una curiosa placa de caliza grabada.
¿Arte prehistórico en las trincheras?
Nuestra trinchera, pues, está resultando ser más compleja de lo que esperábamos. Pero para los arqueólogos, las historias de la tierra cuanto más complicadas, más interesantes.
No todo es de la Edad Media: también hemos encontrado muchas latas de la Guerra Civil
Pues vaya la que hay allí liada!!
ResponderEliminar