Muchos de los y las que
rondamos los cuarenta años de edad no hemos recibido información
sobre la guerra civil española en nuestra formación escolar, y
cuando ha sido así, la visión ofrecida dejaba mucho que desear. El
alumnado aragonés tenía como visita obligada el Belchite viejo, en
el que se ofrecía un discurso franquista que hacía hincapié en la
destrucción causada por las hordas marxistas. En mi colegio
pontevedrés el viaje de estudios de 8º de EGB a Madrid incluía la
visita al Valle de Los Caídos. Todo esto en plena democracia (década
de 1980). En el mejor de los casos, los libros de texto recogían el
enfoque clásico de la guerra civil como una locura colectiva,
una lucha de hermanos contra hermanos.
Afortunadamente las cosas
están cambiando. Hoy hemos recibido la visita de chicos y chicas de
2º de la ESO del colegio Santa Cruz de la ciudad de Guadalajara.
Para nuestra sorpresa, el alumnado que nos ayudó a excavar en Los
Castillejos de Abánades mostraba tener un conocimiento previo de lo
que fue el conflicto. Al preguntar a los chavales qué sabían de la
guerra civil uno de ellos ofreció una frase lapidaria: La guerra
fue la lucha de Franco contra el pueblo. Toda una joya
retórica que hará las delicias de aquellos que pensáis que los que
escribimos en este blog somos partidistas, subjetivistas y maniqueos. Otro alumno, con más ganas de remover, comentaba a los colegas que Franco era un pringao comparado con Hitler, que se había cepillado a veinte millones de personas (sic).
Creemos firmemente en la
necesidad de una didáctica de la guerra civil española, sobre todo
en estos tiempos revisionistas. Contamos para ello con la fenomenal
experiencia del grupo DIDPATRI de la Universitat de Barcelona, un
equipo puntero que lleva años intentando superar la falta de
información y las visiones trasnochadas que hemos sufrido las
generaciones precedentes. En esta línea, nuestras excavaciones
siempre están abiertas al público y al alumnado de las zonas en las
que trabajamos. El conocimiento que generamos contribuye humildemente
a que los chavales conozcan los paisajes de su entorno y a que se
eduquen en una cultura para la paz.
Durante la IIª República
se desarrolló notablemente la educación pública como una
herramienta útil en el camino de la modernización y democratización
del país. Un buen ejemplo del fenómeno es La lengua de las
mariposas, el hermoso relato de Manuel Rivas que fue llevado al
cine por José Luis Cuerda. El maestro hacía visitas de campo con el
alumnado para conocer la naturaleza y la historia de la comarca de
turno. En Galicia y el Bierzo conocemos casos de maestros que
llegaron a llevar a cabo catálogos y excavaciones arqueológicas en
yacimientos con alumnos de Primaria y de Bachillerato en la década
de 1930. La derecha reaccionaria y la Iglesia española nunca vieron
con buenos ojos esta política educativa, laica y abierta a las
innovaciones pedagógicas que se estaban desarrollando en Europa. Así
fue que al llegar el golpe de Estado uno de los gremios más
castigados, con asesinatos y depuraciones, fue el de los
profesionales del Magisterio. Aquí está claro quienes eran los
buenos y quienes eran los malos, y contamos con tesis doctorales que
aportan datos al respecto para el conjunto de diferentes zonas del
Estado español. Una de los más famosos dibujos de Castelao, el
líder de Partido Galeguista republicano, es aquel que muestra a dos
niños campesinos mirando fijamente el cadáver de su maestro,
paseado por los fascistas: La última lección del maestro,
reza el pie de dibujo que eligió Castelao.
Nosotros no creemos en
las trincheras que se abren cada día, ya sean reales o virtuales. Las trincheras de verdad, las de la guerra, son espacios traumáticos que nos aportan información
(los objetos, los cadáveres está ahí, pese a quien le pese).
Excavar una trinchera es revivir una microhistoria que nos pertenece
a todos. Desde la Arqueología pretendemos elaborar un relato
comprometido que sólo obedece a dos principios éticos claros: la
honestidad intelectual y la reivindicación constante de los derechos
humanos. En esta trinchera nos encontraréis, abiertos al debate
público y la controversia, como no podía ser de otra manera.
Curiosa la frase del chaval sobre FRanco y Hitler, pero si la contextualizamos en base al periodo a datar, errada: en 1938-39 Franco y su régimen tenían en su haber muchas más víctimas mortales (me refiero a represión y crímenes de retaguardia) que el régimen de Hitler a esas alturas (y a años luz por delante de Mussolini), el propio yerno del Duce, el Conde Ciano escribía desde Madrid recién acabada la guerra realmente escandalizado/asustado por el volumen y la intensidad de la represión franquista. Quizá en ese aspecto el "Caudillo" fue maestro, y no aprendiz...
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