sábado, 27 de agosto de 2011

La Guerra en el Sector Oriental de los Puertos: San Isidro y Tarna




Tropas nacionales en los Picos de Europa (1937)

La Guerra Civil en el frente astur-leonés está marcada por una gran cantidad de características particulares, empezando por el engaño de Aranda y el maltrecho peregrinar de las columnas mineras procedentes de Asturias, que retrasan el pronunciamiento en León. Tras descubrir el engaño de Oviedo, regresan pasando por Ponferrada, el Bierzo y Laciana. Mientras tanto, el desarrollo de la sublevación en Galicia y Castilla y León, fomenta la toma franquista del 90% del territorio leonés, incluyendo las comarcas mineras del Bierzo y Laciana. De este modo, el control republicano sobre territorio leonés se limitará a las zonas de montaña y alrededores.


Aranda y Muñoz Grandes en el Frente Norte (1937)


El Frente Norte de Asturias y León, se divide en varios sectores, atendiendo a los puertos o las poblaciones de mayor importancia. Atendiendo al sector oriental de Lillo-Puerto San Isidro-Tarna, el dia 21 de Agosto de 1936, los nacionales toman Lillo y Maraña procedentes de Riaño. Sin embargo, los contrataques republicanos motivan combates en Lillo el 29 de Agosto. Tras estos combates, se estabiliza una linea de frente, defendida por los distintas agrupaciones militares republicanas, en constante evolución desde el milicianismo hasta el "Ejército Republicano del Norte", con un constante ir y venir de Batallones, Jefes, Sectores, Subsectores,... Idéntico vaivén se produce en el bando sublevado, hasta la configuración del frente en Sectores, destacando para el caso que nos interesa el Subsector de Boñar-Lillo, dirigidosinicialmente por el Capitán Álvarez Crespo, encuadrado dentro de la 81 División.

En Mayo de 1937, la República inicia una ofensiva en todo el Frente de los Puertos, cuya narración para el Puerto San Isidro y Tarna es la siguiente:

Se inició una maniobra envolvente por los puertos de Tarna y San Isidro, con una primera linea de trincheras en Cofiñal y dominando la Sierra de Rebollares, desde la que se controlaba y amenazaba Puebla de Lillo. Se emplearon baterías del 10,5 y los nacionales tuvieron que concentrar más de 50 camiones, dos tabores de regulares y otras tropas moras.

Este ataque motiva la visita de Franco al Frente Norte el 9 de Junio, para presionar sobre una rápida resolución del mismo (para otro momento quedarán las polémicas entre Dávila, Solchaga, Aranda y Muñoz Grandes, entre otros, por el desarrollo del Frente). Esta visita surte efecto y durante el verano de 1937 los nacionales reunen tropas y reorganizan el Frente Norte, quedando el Sector Oriental subdividido en dos Agrupaciones: la Agrupación de Riaño, al mando de Muñoz Grandes (Futuro dirigente de la División Azul y Vicepresidente de Gobierno), y la Agrupación Lillo al mando de Ceano, añadiéndose tropas tras la caida del Pais Vasco y Cantabria, donde destacan las Brigadas Navarras. Por su parte, la República encomienda la defensa de los puertos de San Isidro y Tarna a Silvino Morán y Sanchez Noriega "Coritu" respectivamente.

Con estas premisas, se inicia la ofensiva final sobre los Puertos con un triple objetivo: fijar las posiciones republicanas para impedir un auxilio de tropas al Frente Oriental de la costa; evitar dejar reductos republicanos que pudiesen atacar la retaguardia del avance franquista por la costa oriental; romper el frente para avanzar sobre el corazón de Asturias, acelerando asi el final del Frente Norte. El 20 de Septiembre de 1937, se inicia una ofensiva de Muñoz Grandes sobre Tarna, que resulta fallida, ante lo cual, se realiza una maniobra envolvente que culmina con la toma del Puerto de Ventaniella, flanqueando Tarna. El 25 de Septiembre, las Brigadas II y III atacan desde Maraña para consolidar Ventaniella y Valdeteja. El 20 de Septiembre, los sublevados toman la carretera de Cofiñal a Tarna, rodeando Puebla de Lillo y avanzando por la Sierra de Valporquero, lo que culmina con la toma de Cofiñal por Muñoz Grandes el 30 Septiembre. El 1 de Octubre, Ceano lleva a San Isidro, donde tras duros combates consigue romper las defensas de Silvino Morán. Estas rupturas del frente son seguidas de duros combates que culiminan con la toma de Tarna por la II Brigada Navarra el 7 de Octubre y la toma de posiciones al NW de San Isidro el 11 de Octubre. A partir de ese momento, el Frente de los Puertos se hunde y se culminan las tomas de las posiciones de montaña. El 10 de Octubre, Franco visita Tarna, Lillo, San Isidro y el Pontón para contemplar las posiciones conquistadas, es el inicio del fin del Frente Norte.


II Brigada Navar



Franco en Tarna (10 Oct. 1937)

En este marco histórico se sitúa el Cueto de Castiltejón, correspondiente a la primera línea de defensa republicana en el Sector Lillo, correspondiente al Puerto San Isidro. Esta posición controlaba la carretera de Lillo a San Isidro, además de encontrarse enfrete de la posición fortificada franquista en el Pico del Águila. Sin duda, esta posición fue una de las primeras en caer con la ofensiva final franquista. Hasta el momento conocemos una parte de su historia, ahora toca conocer el dia a dia, las sorpresas materiales de la trinchera. El 5 de Septiembre de 2011 iniciamos esta otra historia...


Vista de las trincheras de Castiltejón desde un pozo de tirador
en la cima

lunes, 22 de agosto de 2011

El Frente de los Puertos



Tras la ofensiva nacional en los primeros meses de la Guerra Civil, se configura una amplia línea de frente entre Asturias y León, caracterizada por el control republicano de la mayor parte de los puertos de montaña que permitían el acceso directo a Asturias. Esta línea se desarrollaba desde el puerto de Leitariegos hasta el Puerto del Pontón, defendido por una gran cantidad de Batallones milicianos.
Después de varias ofensivas y contraofensivas por ambos bandos, el frente se estabiliza, lo que lleva al Ejército Republicano a ordenar la fortificación de las posiciones de defensa de los Puertos, para resistir el avance franquista. De esta forma, se configura lo que algunos autores han denominado la "Maguinot Cantábrica", un complejo de estructuras defensivas de hormigón o piedra, con trincheras, posiciones fortificadas y parapetadas,... que surcaban los montes entre Asturias y León.

Parapeto en Minas de Talco y Cueto de Castiltejón al fondo. Frente del
Puerto de San Isidro (Puebla de Lillo, León). Posiciones republicanas.

Casamata perteneciente al complejo de Robles de Laciana-Muxivén (Villablino, León).
Frente entre Leitariegos y Somiedo.

Desde estas posiciones, se organizó una ofensiva republicana entre Marzo y Mayo de 1937, que, si bien presentó éxitos iniciales, tuvo que ser abandonada por la falta de munición y recursos. Tras esta ofensiva, le toca el turno al Ejército Nacional, que diseña una estrategia encaminada a la caida del País Vasco y Cantabria, tras la cual, centra su potencial en el frente astur-leonés, desplazando a las Brigadas Navarras y a una gran cantidad de efectivos, comandados, entre otros, por el general Muñoz Grandes (futuro general de la División Azul y ministro de Franco). El ejército franquista inicia una durísima ofensiva, con apoyo aéreo de la Legión Condor alemana asentada en La Virgen del Camino (León). Tras un acoso de artillería y varios intentos fallidos de ataques frontales, la estrategia franquista realiza una serie de maniobras envolventes que consiguen flanquear las posiciones del Puerto de Ventaniella y el Puerto Ventana, permitiendo el acceso a los puertos de Somiedo, Pajares, San Isidro y Tarna, que ofrecen una durísima resistencia, hasta que finalmente son abandonados para organizar un repliegue y una segunda línea defensiva que, sin embargo, no conseguirá frenar el avance franquista. De este modo, la ruptura del Frente de los Puertos supone el inicio del fin del Frente Norte, dejando tras de sí un amplio número de restos de las fortificaciones que han permanecido durante 80 años en el olvido. La labor de diversos colectivos habia devuelto a la noticia a estos restos de la guerra, algunos de los cuales tuvieron segundas vidas en su uso por el maquis, mientras que otros fueron dinamitados para obtener la tan codiciada ferralla. Ahora, nuestro objetivo es conocer un poco mejor estos restos y la vida en ellos.

Posiciones republicanas fortificadas en el Puerto de Tarna (León).