martes, 28 de mayo de 2013

Guerra en la Universidad (Laboral)


Tras la Victoria, el fascismo convirtió a los obreros en productores, el nacionalcatolicismo abordó la redención de los rojos a través de su utilización como mano de obra esclava en la reconstrucción nacional, y el nacionalsindicalismo aspiró a materializar la revolución pendiente que acabase con la lucha de clases. Esta amalgama ideológica se concretó en iniciativas como la Universidad Laboral de Xixón, en una Asturias que había sido revolucionaria. Este edificio, diseñado por el arquitecto madrileño Luis Moya, constituye toda una escenografía monumental del ideario de la Falange. El yugo y las flechas recuerdan todavía el imperio hacia Dios en este prototipo de arquitectura fascista.

De hecho, el proyecto inicial contemplaba la creación de un orfelinato para hijos de mineros fallecidos, pero acabó convirtiéndose en el centro educativo más grande de España, portando el nombre del Ministro de Trabajo, José Antonio Girón. Gestionado por jesuitas y clarisas, el edificio acogía a hijos de obreros que así podían acceder a una formación profesional. Todo un espacio represivo de la educación nacionalcatólica, una arquitectura para domesticar los hombres del mañana. Vigilar y castigar.



El ideario fascista se plasma también en pequeños detalles, como esas estatuas-macho ibéricos que recogen los valores del Estudio, el Deporte, el Trabajo y la Guerra. En este sentido, recuerda muy mucho a otros recintos universitarios como los creados por el salazarismo en la Universidade de Coimbra, sin ir más lejos.



Curiosamente, en la construcción de este recinto participaron presos republicanos, pero también canteros gallegos que habían combatido en el bando nacional en el frente de Asturias. En nuestro trabajo etnoarqueológico por tierras de Cuntis (Pontevedra) pudimos entrevistar a muchos de estos canteros que participaron en el avance de las Columnas Gallegas hacia Oviedo, a pesar de ser de ideología izquierdista (el propio Líster pertenecía a una familia de canteros del pueblo de Calo). En la posguerra, trabajaron la piedra caliza asturiana, codo con codo con aquellos a los que disparaban pocos años antes. Estos canteros de los años 40 y 50 fueron también la mano de obra de un Régimen que condenó a sus hijos a la emigración en América, Suiza o Alemania. Ninguno de ellos tuvo acceso a la educación de la que presumía la dictadura con obras como la Universidad Laboral de Xixón.


Este fin de semana participamos en las jornadas sobre Arqueología Española en el Exterior organizadas en el museo Arqueológico de Asturias por la Asociación de Profesionales Independientes de la Arqueología de Asturias. Allí tuvimos ocasión de hablar sobre nuestro trabajo sobre Arqueología del colonialismo en Etiopía y Guinea Ecuatorial. El domingo nos acercamos a la Universidad Laboral (actual Ciudad de la Cultura) en donde se desarrollaba una interesante Jornada de Puertas Abiertas. La iniciativa incluía una visita a las antiguas cocinas del edificio. Entre el público había gente joven, profesionales de la hostelería, ex-alumnos del centro (en activo entre 1956 y 1996) y mucho dominguero como nosotros. En el discurso narcotizante e idealizado de la visita no hubo ni una sola palabra sobre quién, cómo y por qué se construyó este edificio. La domesticación continúa.


Posted by Xurxo Ayán y Sonia García.

4 comentarios:

corsaria dijo...

Corrige este error: "en el avance de las CoLUmnas Gallegas hacia Oviedo"

Buen artículo. :)

sorprendida dijo...

En cambio, a mí me ha sorprendido el tono y el contenido. Aprovecho para sugerir una entrada sobre el complejo de CSIC en Serrano (por favor, esta vez no como "turistas", le será fácil imagino). Sería muy interesante, una vez desaparecidas las alusiones a cómo y por qué (añado "y por quíén") se construyó este complejo. Me pregunto si también en este caso la domesticación continúa. Saludos

Gonzalez-Ruibal dijo...

Efectivamente, el caso de los edificios del CSIC en Serrano es un interesante ejemplo de arquitectura e ideología franquista. Desgraciadamente el conjunto perdió mucho desde que le quitaron la inscripción fundacional de Francisco Franco hace un par de años...
Algún día escribiremos sobre la transformación de la Residencia de Estudiantes en baluarte de la ciencia nacional-católica.

sorprendida dijo...

Estaría muy bien. Me "sorprendió" la entrada porque tienen muy muy cerca un caso muy similar, o incluso peor: sin inscripciones y con unas cuantas tesis más sobre la herencia JAE, terminarán por convencernos de que Cajal y Bolívar fueron presidentes del CSIC (http://www.csic.es/web/guest/historia). En mi opinión, será interesante si se centra en el complejo franquista, del que no habla nadie: ¿otro caso más de domesticación?.

Gracias por contestar, tiene un blog estupendo que sigo a menudo : )