martes, 30 de junio de 2015

La Sinfonía inconclusa de Capbreton


En 1975 el filósofo y urbanista Paul Virilio organizó la exposición Bunker Archéologie en el Centre Georges-Pompidou en París. Como señala Jean-Guy Dubernat, éste fue el punto de partida del proceso de patrimonialización de una materialidad traumática vinculada a la ocupación nazi de Francia: el Muro del Atlántico, tal como lo denominaba la propaganda germana. En estos días pasados tuvimos ocasión de conocer algunos de estos restos en el litoral del Suroeste francés, por tierras de Lapurdi, Gascuña y la Gironda.
Nuestro compañero Elías López-Romero lleva años trabajando en la evaluación del impacto arqueológico de las dinámicas marinas y antrópicas en el Patrimonio litoral, en zonas como Galicia o Bretaña. Dólmenes neolíticos, salinas medievales y baterías de costa son algunas de las víctimas de una naturaleza que sigue estando ahí, a pesar de la vanidad humana. Un buen ejemplo de esta vulnerabilidad es lo que el visitante puede ver en Capbreton, el único puerto en la inmensa playa y duna de Las Landas. Este sitio había sido elegido por Hitler para concentrar las tropas que cruzarían la España franquista para arrebatar Gibraltar a los británicos, en la denominada Operación Félix, finalmente abortada. 


Su importancia estratégica hizo que se convirtiese en un punto central dentro del Muro del Atlántico. En 143 llegaban aquí 400 hombres de la Organización Todt y la 3ª compañía del 1287 grupo de artillería costera. En primer lugar, las fuerzas ocupantes destruyeron casas y hoteles y amortizaron ese material para levantar defensas anticarro. Después, la mano de obra esclava erigió un entramado de estructuras supermodernas: casamatas, búnkers para alojamiento de tropa, búnkers para maquinaria, cuartel general... La posición se denominó H.K.B. Capbreton Ba14 y durante su etapa en activo estuvo servida por la 276ª División de Infantería del Ejército de Tierra. En Capbreton llegaron a convivir en esos años tropas de infantería en el puerto, la Organización Todt en el sanatorio marítimo y la artillería costera en las casamatas del sur que podéis ver en las fotografías.

Tomado del blog www.esperandoaltren.blogspot.com

A día de hoy los niños construyen en la playa pequeños búnkers de arena a imitación de las estructuras ocupadas ahora por pescantines domingueros, surfistas y playeros. Las torretas Tobruk y los puestos de control de fuego sirven para asentar cañas. Incluso jóvenes grafiteros convierten las paredes de hormigón armado en talleres al aire libre. Cuando baja la marea, los bañistas pueden explorar un paisaje que de lejos parece un cúmulo anómalo de roquedos náufragos en medio de un desierto. El mar ha desplazado, volteado, fragmentado y erosionado toda una arquitectura supermoderna, ligada a aquel III Reich de los mil años.



Cuando Rommel, el Zorro del Desierto abandonó las dunas del Norte de África por las dunas de las Landas, acometió toda una revisión del litoral atlántico francés. Fue entonces cuando definió ese frente como un parque de vacaciones estivales que nada tenía que ver, por ejemplo, con el espeluznante frente del Este. Esta impresión de placidez era conocida de sobra por los habitantes autóctonos de Capbreton. Pocas veces llegaron a escuchar tiros o detonaciones procedentes de la playa. Todo lo contrario: oían a Mozart, Bach, Schubert... La 3ª compañía de la HKAA 1287 estaba compuesta por músicos de la orquesta de la Ópera de Viena. A la música dedicaban todo su tiempo libre, que era mucho, antes del desembarco de Normandía.


El 25 de aposto de 1944 los ocupantes abandonaron el lugar, tras haber dinamitado una pieza de artillería y haber sembrado de minas el entorno. De ahí se fueron con la música a otra parte.


sábado, 20 de junio de 2015

Madrigueras de soldados


Refugio de soldado en Los Castillejos.

La Primera Guerra Mundial trajo consigo una nueva forma de hacer la guerra. O más bien, de no hacerla. Consistía en esconderse bajo tierra y esperar a que amainara la tormenta de acero sobre la superficie. A veces la sepultura temporal se convertía en permanente y los soldados acababan enterrados vivos por la explosión de una granada de artillería certera. 

Las trincheras y los refugios subterráneos han caracterizado los paisajes bélicos desde finales de 1914. De hecho, todavía los caracterizan hoy en buena medida. Pero no son la única forma de protección de los soldados. Los pozos de tirador son otra estructura subterránea muy utilizada, esta de carácter temporal. En la Segunda Guerra Mundial los pozos predominaron sobre las trincheras en frentes móviles como Normandía y las Ardenas. En el primer escenario, arqueólogos franceses han sacado a la luz campos enteros de hoyos cavados por los soldados estadounidenses para protegerse del fuego alemán. En su interior aparecen con frecuencia restos de munición, equipamiento y objetos personales.

En octubre de 2014 tuvimos ocasión de excavar en la posición republicana de Los Castillejos, en Abánades, otro tipo de refugios: se trata de pequeñas cavidades del tamaño de una persona, parcialmente excavadas en la tierra (la roca madre aparece aquí enseguida) y reforzadas con muretes de piedra. 


Refugios unipersonales de Los Castillejos.

Son auténticas madrigueras humanas: tienen el espacio justo para un soldado plegado sobre sí mismo. Los Castillejos dejaron de ser una posición de primera línea en marzo de 1938. Por ello, en el interior de estas madrigueras no aparece apenas munición: un cartucho, un par de balas, algunas guías de peine. Los hallazgos más interesantes son un galón de sargento y una aceitera de Mosin Nagant. También encontramos latas de conservas. En cualquier caso, no se trataba de pozos de tiro, si no más bien de puestos de vigilancia que rodeaban el puesto republicano -por si acaso alguien trataba de infiltrarse.


Lata de atún y aceitera de Mosin en uno de los abrigos.

En estas madrigueras pasarían los soldados muchas horas de aburrimiento y padecerían frío y una humedad que cala los huesos. No es de extrañar que en el frente nos encontremos tantas medicinas para la artritis y las enfermedades pulmonares.