lunes, 18 de julio de 2011

¿Una guerra inevitable?


Disturbios en Newark (EE UU), 1967.

Hoy se cumplen 75 años del levantamiento militar que dio lugar a la Guerra Civil Española. Empezó un día antes en Marruecos y el día 18 de julio se extendió a la Península. Está bastante generalizada la idea en la sociedad española de que el conflicto armado se había vuelto inevitable. Las entrevistas aparecidas estos días en los medios a personas que vivieron aquel período parecen corroborar la impresión.

Es esta idea, defendida en origen por el bando franquista, la que hace que la Guerra Civil Española se presente, todavía hoy, no como el primer episodio de la dictadura, sino como el último capítulo de una República en crisis perpetua, donde la violencia estaba al orden del día y el acuerdo entre las distintas partes se había vuelto inconcebible: asesinatos, golpes fallidos, conatos revolucionarios...

Indudablemente el período republicano fue conflictivo. Pero muchas otras épocas de la historia lo han sido y en otros países se han dado escenarios semejantes. Y no por ello estallaron siempre guerra civiles ni se implantaron dictaduras.

Entre la proclamación de la Segunda República y el estallido de la Guerra Civil pasaron cinco años. En un margen de tiempo similar, entre 1963 y 1968, en Estados Unidos fue asesinado uno de los presidentes del gobierno más populares de la historia de América (John F. Kennedy, 1963), un candidato presidencial con todas las papeletas para ser elegido el próximo mandatario del país (Robert Kennedy 1968) y uno de los más importantes líderes civiles del siglo XX (Martin Luther King, 1968); el país se vio inmerso en una guerra exterior indeseada por la mayor parte de la población, que se perdió y acabó costando 58.000 vidas estadounidenses; durante esos años se celebraron manifestaciones con cientos de miles de participantes, algunas de las cuales acabaron de forma violenta; hubo disturbios raciales anualmente, que arrasaron grandes ciudades, como Nueva York y Newark, y se saldaron con docenas de muertos; la población blanca abandonó los centros urbanos; el Ku Klux Klan se reactivó y asesinó a varios activistas negros; en el sur, la sociedad se dividió por la cuestión de los derechos civiles, ya que muchos blancos se resistían al desmantelamiento del régimen de segregación.

Toda analogía tiene problemas, pero la comparación fundamentada es una forma básica de analizar los fenómenos históricos. Una de las diferencias más importantes, quizá la más importante, entre los Estados Unidos de los años 60 y la España de los 30 es que en el primer caso no hubo ningún grupo de militares salvapatrias que decidiera tomar el poder por las armas y solucionar el caos a sangre y fuego.

En la Guerra Civil Española las dos partes implicadas cometieron atrocidades y crímenes de lesa humanidad. Deberíamos llorar por igual por los asesinados de Málaga y por los de Paracuellos -que merecen, por cierto, una memoria democrática y no una apología fascista. Pero sólo una de las partes empezó una guerra que no tendría por qué haber ocurrido: el bando franquista. Y sólo los vencedores impusieron una dictadura implacable durante cuarenta años.

La guerra no fue inevitable.

5 comentarios:

Felix dijo...

Si, lamentablemente las historiografía, daigamos de derechas, no recuerda quien empezó la guerra...

Pedro dijo...

El 18 de julio de 1936 empieza la intervención del ejército franquista en la guerra. Desde 1933, el líder socialista Largo Caballero venía anunciando en sus mítines su voluntad de ir a la guerra civil y no respetar los resultados electorales si no beneficiaban al Partido Socialista: "Se ha dicho por otros camaradas que el acto del día 19 es un preludio de actos más importantes. ¡Naturalmente! Pero ¿es que se ha creído el enemigo que nos vamos a limitar a echar papeletas en una urna?" ("Discursos a los trabajadores")
"Los obreros han terminado con el mito republicano. Todos entienden que ya no queda otro camino a seguir sino el de (...)República socialista".
Y logró imponer su voluntad defenestrando a Besteiro y su línea moderada.

Gonzalez-Ruibal dijo...

Hola Pedro: me encantaría excavar un búnquer de la Guerra Civil de 1935. Si conoces alguno, dímelo por favor. Por ahora todo el registro arqueológico que encontramos es de 1936 a 1939.

franciscocroquer dijo...

AGR, lo que quiere decir Pedro es que antes del inicio "oficial" de la guerra, se produjeron todo tipo de provocaciones que buscaban empezarla. Y no sólo de los que luego se sublevaron. La hemeroteca está llena de discursos en los que los líderes de la izquierda, como el que cita Pedro, pedían una guerra civil que se creían que ganarían. Posiblemente no había búnquers en el 1935, pero sí había asesinatos, atentados y otras provocaciones. Por ejemplo buscando en internet he encontrado esta frase de un discurso de Manuel Azaña en el campo del Mestalla (Valencia): "Nos reunimos aquí para inagurar una campaña y preludiar un ajuste de cuentas". O en febrero del 36 otra vez Largo Caballero: "La clase trabajadora tiene que hacer la revolución... Si no nos dejan, iremos a la guerra civil".

Ya sé que no se os puede pedir que seáis objetivos, porque tenéis el morro de creeros que lo sois, pero decir que la derecha fue la única culpable es hacer un flaco favor a la historia.

El régimen de Franco no fue el mejor ejemplo de fraternidad pero sí que hubo cierta reconciliación (que se lo pregunten al "represaliado" padre de María Teresa Fernández de la Vega), pero te aseguro que el regimen que pudieramos haber tenido si la izquierda hubiera ganado no habría sido mucho mejor (que se lo pregunten a Nin y a los miembros del POUM, FAI, etc....)

Una pena de página, porque el trabajo que hacéis es muy interesante. ¿Qué hacéis cuando encontráis a algún represaliado por la izquierda? Vuestro supuesto objetivismo político me hace pensar que lo volverías a enterrar, para que no cambie vuestra realidad absoluta de la historia.

Gonzalez-Ruibal dijo...

Estimado franciscocroquer:

En este proyecto jamás defenderemos los crímenes de lesa humanidad, los perpetre quien los perpetre, ni los regímenes dictatoriales, sean del signo que sean. Ni negaremos su existencia ni les quitaremos hierro. Échale un ojo a esta entrada:

http://guerraenlauniversidad.blogspot.com/2011/09/no-queda-nadie-en-la-fatarella.html

Y esto es lo que hacemos cuando encontramos los cadáveres de los soldados de Franco:

http://guerraenlauniversidad.blogspot.com/2011/09/murieron-con-las-botas-puestas.html

http://guerraenlauniversidad.blogspot.com/2011/09/hay-cadaveres.html

Que critiquemos las ideas por las que murieron estos soldados no quiere decir que no documentemos sus restos lo mejor que podemos, desde un punto de vista científico, y con el mayor respeto y empatía, desde un punto de vista humano.