Un stand apolítico (El País)
Desde este blog queremos poner en marcha una iniciativa popular para pagarle el oculista a la alcaldesa de Quijorna, Mercedes García. En un colegio público de la localidad madriñeña en la que ejerce como regidora se celebró este fin de semana una simpática feria de militaria y nacionalismo español en la que se exaltó el franquismo con la parafernalia habitual. Sin embargo, la alcaldesa, muy sorprendida cuando le recriminaron el apoyo que el ayuntamiento ofreció al acto, aseguró: "cuando visité la exposición, no me di cuenta de que hubiera banderas predemocráticas o cruces gamadas. No iba con esa idea de fijarme".
Claramente, la señora Mercedes García tiene problemas de visión. Probablemente nadie se lo ha comentado, porque es una enfermedad que padecen otros colegas de partido -cada día más, según parece, debe de ser contagiosa. Tampoco ellos son capaces de ver apología del franquismo cuando un alcalde hace el saludo fascista o cuelga un retrato de Franco en su despacho.
Por eso sería bueno empezar una campaña para corregir estos problemas de visión antes de que se agraven. Porque ya se sabe que estas cosas mejor tratarlas pronto: no vaya a ser que algún día alguien de un golpe de estado y resulte que nadie es capaz de verlo. O quizá se vea borroso y desde lejos nos parezca un acto político democrático.
El problema de esta enfermedad, además, es que no solo afecta a la vista, sino también a la memoria. De hecho, es probable que empiece por ahí: un día no te acuerdas muy bien de la dictadura que sufriste hace unos años y al día siguiente no reconoces una cruz gamada o una estatua ecuestre de un dictador cuando las tienes delante. Así que igual no es un problema de vista, sino una especie de Alzheimer político. Y como el otro Alzheimer, lo que empieza como un despiste, te acaba destruyendo.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo. Un saludo.
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