F. Etxeberria, K. Pla (dirs.), E. Querejeta (ed.) 2014. El Fuerte de San Cristóbal en la memoria: de prisión a sanatorio penitenciario. Arre: Pamiela/Aranzadi/Txinparta. 429 pp.
Entre 2007 y 2013, un equipo de la Sociedad Aranzadi dirigido por Francisco Etxeberria exhumó los restos de 45 reclusos fallecidos entre 1942 y 1945. Los resultados salen hoy a la luz en forma de un libro imprescindible para cualquiera que esté interesado en la represión franquista, la antropología física y la arqueología del pasado contemporáneo. Desde este último punto de vista son particularmente relevantes los capítulos dedicados al estudio de las botellas de vidrio y los graffiti carcelarios. Respecto a las primeras, los muertos de San Cristóbal iban acompañados de una botella con un papel en el que se recogían sus datos personales (solo unos pocos documentos se han conservado). El estudio no solo se preocupa del contenido, sino del continente: los frascos en sí, que se analizan en detalle. En cuanto al corpus de graffiti estudiado, es verdaderamente excepcional por su variedad y la calidad de algunos testimonios (que incluye un poema en latín de Ovidio). Se trata de un testimonio de enorme valor histórico y humano.
Estamos por tanto ante un hito de la arqueología contemporánea en España, un modelo para futuros trabajos arqueológicos y antropológicos sobre la represión franquista. A través del estudio detallado de los huesos, los objetos, los graffiti y los documentos de archivo, los autores de esta obra han logrado cerrar heridas, reivindicar vidas injustamente olvidadas e incorporar a nuestra historia hechos silenciados durante demasiado tiempo.
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