Desde hace unas tres décadas, los arqueólogos nos preocupamos cada vez más por resultar socialmente útiles. Pasó ya aquel tiempo en que uno podía encerrarse tranquilamente toda la vida a catalogar vasos griegos de figuras rojas o marfiles fenicios (bueno, en realidad se sigue haciendo, pero menos). Ahora entendemos que nuestro trabajo tiene que repercutir de forma más clara en la sociedad que financia nuestras investigaciones.
La producción de conocimiento, en sí misma, es ya una forma de contribuir, quizá la más importante, pero ahora somos más conscientes de que ese conocimiento debe circular y ser accesible, no quedarse en las bibliotecas especializadas y en artículos escritos en un lenguaje incomprensible. Este blog es un pequeño intento de hacer la arqueología más útil - o menos encerrada en sí misma.
Sin embargo, muchos arqueólogos quieren poner su ciencia al servicio de la sociedad de una forma más contundente. Puede ser estudiando temas acuciantes, como el cambio climático. O documentando crímenes de lesa humanidad, desde Argentina a Timor Oriental. Se puede afirmar que la arqueología más útil que se ha hecho en España es la recuperación de las víctimas de la violencia política durante la Guerra Civil y la dictadura. Esta arqueología no solo ha servido para que los ciudadanos conozcan mejor la naturaleza real del régimen franquista, sino que ha permitido a miles de familiares afrontar un trauma reprimido durante décadas.
Richard Gould cree que sí. Es el inventor de la disaster archaeology, arqueología de los desastres. Gould se dio cuenta de que las formas de registro arqueológicas pueden ser muy útiles en determinados contextos que no son propiamente "históricos" (o prehistóricos). Dichos contextos, sin embargo, se caracterizan por producir una gran cantidad de restos materiales (y humanos) altamente fragmentados, alterados y de difícil interpretación. Los desastres actuales se caracterizan precisamente por eso: pensemos en un atentado terrorista.
De hecho, lo que hizo pensar a Gould sobre las posibilidades de una arqueología del desastre fue el ataque de Al Qaeda contra el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Desde entonces, ha puesto en práctica su formación arqueológica en distintos contextos de desastre, siempre en colaboración con la policía y científicos forenses. Uno de sus trabajos con mayor impacto fue el estudio de una discoteca arrasada por un incendio en Rhode Island, que acabó con la vida de 100 personas.
De hecho, lo que hizo pensar a Gould sobre las posibilidades de una arqueología del desastre fue el ataque de Al Qaeda contra el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Desde entonces, ha puesto en práctica su formación arqueológica en distintos contextos de desastre, siempre en colaboración con la policía y científicos forenses. Uno de sus trabajos con mayor impacto fue el estudio de una discoteca arrasada por un incendio en Rhode Island, que acabó con la vida de 100 personas.
Me resulta difícil no observar las terribles imágenes del reciente accidente aéreo en los Alpes con una mirada arqueológica: veo fragmentos dispersos de todo tipo y me pregunto ¿Cuánto más se podría llegar a conocer de la tragedia si se registrara el escenario con la meticulosidad a la que estamos acostumbrados los arqueólogos?
Quizá en este caso, visto el giro que ha tomado la investigación del desastre, este tipo de documentación no resulte tan necesaria, al menos para esclarecer las causas, pero quizá sí lo sea para encontrar otro tipo de pruebas que puedan ser importantes para las familias de las víctimas. En otros casos, se trate de un accidente aéreo, un crimen o un accidente industrial, una buena documentación arqueológica podría ayudar a dilucidar el origen del desastre. Los arqueólogos registramos cada objeto y los analizamos cuidadosamente buscando patrones, áreas de dispersión, densidades, zonas de actividad. Aquí hemos insistido más de una vez en que la metodología arqueológica es similar independientemente del período -da igual que sea el paleolítico o para la Guerra Civil Española.
Nuestro objetivo es conocer con la mayor precisión posible lo que ha ocurrido en un determinado lugar. Este conocimiento puede ser crítico en el caso de escenarios de desastre: no solo para saber lo que ha sucedido, sino para evitar que vuelva a suceder.
Nuestro objetivo es conocer con la mayor precisión posible lo que ha ocurrido en un determinado lugar. Este conocimiento puede ser crítico en el caso de escenarios de desastre: no solo para saber lo que ha sucedido, sino para evitar que vuelva a suceder.
Registro total de artefactos por categoría en la paridera del Saso (Belchite).