Vallado de las estructuras arqueológicas en la cima de San Pedro,
medida protectora (de ruinas y ganados) ejecutada por el ayuntamiento de Amurrio.
El proyecto arqueológico del monte de San Pedro no se puede entender sin las comunidades locales. Esta gente es la dueña de los terrenos, es la depositaria de la memoria bélica del lugar, y son la mejor garantía para que estas ruinas se protejan y se promocionen. Por supuesto, para llegar a este punto del proyecto hubo que negociar, porque la Arqueología del Conflicto también sirve para dirimir conflictos.
Un primer conflicto viene dado por el uso actual del paisaje. Las prácticas ganaderas materializadas en los ricos pastos de la zona, están reñidas con el peligro potencial que supone para el ganado la presencia de agujeros como nidos de ametralladora o tramos de trinchera abiertos. La Junta Administrativa de Lezama mostró interés por el proyecto desde su inicio, pero impuso legítimamente condiciones lógicas: vallado estable en el sector de intervención y garantía de mantenimiento de las estructuras exhumadas. Todo este proceso de negociación entre técnicos ayuntamiento de Amurrio y Junta vecinal es un regalo para todo joven arqueólogo que se adentre en la gestión integral del patrimonio: reuniones con los junteros, recogida de firmas a pie de caserío, la pervivencia de la tradición oral...
Tramo de trinchera protegido. Aquí estaban los gudaris del Araba.
Al fondo el Txibiarte y Sobre Hayas, defendidos por el batallón anarquista Bakunin.
El otro día nos acercamos de nuevo al monte para comprobar materialmente los acuerdos: un vallado de postes de madera de acacia con su alambre de espino (ha vuelto, como en 1937) protege el espacio que será intervenido en mayo del año que viene. Antes de este proyecto, los ganaderos solían colmatar y rellenar los tramos de trinchera. Con nuestro proyecto, esa práctica se ha detenido. Todos hemos colaborado en el proceso de valoración patrimonial de estas ruinas. Además, a raíz de nuestros trabajos, este área será protegida por la administración de patrimonio del Gobierno vasco, ya que desde ahora posee la categoría de área arqueológica.
Conferencia interactiva en el local social de Arrastariakoak.
Esta Arqueología en comunidad en la que creemos se basa en la mediación, la colaboración y el compromiso. Así pues, la Junta de Aloria incidió en la necesidad de dar a conocer a vecinos y vecinas la historia que estábamos desenterrando. Y en eso estamos. El sábado 26 de noviembre, día gélido por estos lares, impartimos una conferencia en la sede de la asociación Arrastariakoak en Delika. En esta charla recabamos muchísima información de la población local. Un erudito local, hijo y sobrino de combatientes, al paso de las fotografías que iba pasando Josu Santamarina, iba cantando los nombres y apellidos de miembros del batallón Araba del PNV o de significados requetés de la zona. Aunque recordar duele, todo el mundo esta empeñado en preservar y transmitir la memoria de los hechos acaecidos en el siempre vigilante monte de San Pedro.
Nuestros particulares combates por la Historia: Josu Santamarina blandiendo la bayoneta checa
legada por un tío abuelo suyo, combatiente del batallón del PNV Avellaneda.
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