martes, 3 de marzo de 2020

La (que pudo ser) tumba de Franco (I)

Fotograma de El Final del Camino, en el interior del templo (TVE).

Hace un par de años, nuestra compañera Sonia García Rodríguez trabajó como asesora histórica para la serie de televisión El final del camino, ambientada en la Compostela del siglo XII. Sonia localizó un edificio espectacular en el corazón de Galicia, una iglesia abandonada que sirvió de ambientación perfecta para grabar algunas escenas de la citada serie, con el monarca sentado en su trono. Este templo espectacular se encuentra cerca de la aldea de Centulle, en San Xurxo de Asma (ayuntamiento de Chantada, Lugo). En el verano de 2017 miembros de nuestro equipo hicimos una visita al sitio. Allí coincidimos con una gente que, según todos los indicios, acababa de grabar un vídeo porno en el interior de las instalaciones. La puerta estaba abierta. Ayer volvimos, y ante el expolio sistemático al que ha sido sometida la iglesia, ésta ha sido cerrada a cal y canto con alarma incluida.


El templo-fortaleza fue erigido en el siglo XX, en cantería de granito, y obedece a un estilo historicista kitsch, en el que se entremezclan reminiscencias templarias, cruces gaélicas y formas típicas mozárabes, prerrománicas asturianas, góticas e incluso neoclásicas. Este Frankenstein es el Santuario Nacional de Fátima, el único reconocido así oficialmente por la Iglesia en territorio español. La historia de esta iglesia es un perfecto reflejo del nacionalcatolicismo y de cómo funcionaban los mecanismos del poder durante el régimen franquista.


Emilio Eyré Lamas (1910-2002) fue un cura chantadino. Como muchos jóvenes de esta comarca gallega emigró por aquel entonces a la Argentina, en donde ejerció su labor sacerdotal. Con cierta querencia por la arqueología, llegó a publicar en los años 30 trabajos como La Eucaristía en la Arquitectura colonial y una Guía Histórico-Arqueológica de Buenos Aires. En la línea del conservadurismo nacionalista español también dedicó su tiempo a reflexionar, cual Ramiro de Maeztu, sobre El alma de la raza. Durante su estancia americana mostró un entusiasmo desatado por la aparición de la Virgen en Fátima hasta el punto de querer construir una iglesia en su honor en el Río de la Plata. Según parece, la iniciativa no tuvo mucho su éxito, pero ahí quedó como un proyecto pendiente en la cabeza de Emilio. Durante la guerra civil española apoyó con denuedo la causa franquista, recolectó fondos y entabló un contacto estrecho con Carmen Polo, señora de Franco. A su vuelta en 1942 fue enviado a Lisboa, en donde ejerció como profesor en el Instituto Español. Tenía entonces 32 años. Sus visitas a Fátima (en donde empezaron las obras del templo en 1928 y no se finalizarían hasta treinta años después) no hicieron más que reforzar su iniciativa de construir una iglesia de Fátima en la Nueva España.






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