Estepas de Mediana, testimonio de brutales combates en septiembre de 1937.
Saber quién luchó en un determinado campo de batalla no es tan fácil como a primera vista podría parecer. No lo es porque con mucha frecuencia en un mismo espacio combatieron unidades distintas en distintos momentos. Los campos de batalla son yacimientos estratificados con el inconveniente de que todos los estratos están en el mismo nivel. Separar los estratos, sin embargo, a veces es posible. Para ello tenemos que recurrir tanto a las pruebas arqueológicas como a los documentos.
Las trincheras de Mediana son un buen ejemplo de esta situación. Las trincheras de la zona fueron ocupadas entre finales de agosto de 1937 y marzo de 1938. Diversas unidades pasaron por aquí, tanto españolas como internacionales. No es fácil datar las fortificaciones ni identificar a sus habitantes, aunque hemos realizado algunos progresos llamativos.
Durante la última campaña en Mediana realizamos una prospección intensiva de las trincheras situadas al oeste de la carretera que une esta localidad con Belchite y que fueron escenario de feroces combates durante septiembre de 1937. Aquí estuvieron destacadas diversas unidades, tanto en ese momento como en fechas posteriores. Dejaron tras de sí un rastro material compuesto por fragmentos de granada, morteros, botellas, tinteros y cajas de munición al que ya nos hemos referido.
Chapa de una caja de munición soviética en los parapetos republicanos de Mediana.
¿Quiénes dejaron ese rastro? Ahora quizá estemos más cerca de saberlo.
Entre los soldados que combatieron en Mediana se encuentran los miembros de la XV Brigada Internacional. Previamente a la ofensiva de Zaragoza, la brigada
ontaba con 208 soldados británicos, 405 estadounidenses y 309 españoles, cada nacionalidad encuadrada en su propio batallón. Además, en esos momentos aún se contaban entre sus filas nada menos que 563 eslavos del batallón Dimitrov. La XV fue encargada de tomar Quinto al comienzo de los combates de la ofensiva de Zaragoza (23-24 de agosto). A los ingleses les correspondió hacerse con la colina de Purburell el 25 de agosto, un ataque en el que sufrieron bajas muy elevadas, entre ellos Peter Daly, el comandante de la unidad.
Los republicanos entran en Quinto de Ebro.
El día 30 de agosto la XV Brigada fue desplazada a una altura a 1,7 km al norte de Codo. Desde allí se envió al batallón inglés en dirección a Mediana para evitar que los franquistas rompieran el frente y acudieran a socorrer a sus camaradas cercados en Belchite.
Sobre el encuentro entre británicos y sublevados en Mediana contamos con un interesante documento de archivo denominado "La XV Brigada en la Ofensiva de Aragón" (que una vez más debemos a Julián Dueñas). Según este documento:
"los dos grupos [británicos y franquistas] hicieron contacto a las 3 horas; los fascistas, sorprendidos, corrieron por atrás. Los ingleses enseguida tomaron posesión de las colinas que los fascistas habían conquistado de la 11 Brigada [que había ocupado estas posiciones los días anteriores]. Estas cotas dominaban el pueblo de Mediana que componía la "tierra de nadie"... Para tres días y noches los fascistas repitieron esfuerzos con intentos de romper la línea republicana en este sector empleando gran cantidad de artillería y aviones... El cuarto día los ataques fascistas disminuyeron en intensidad. El batallón fortificó bien las posiciones y por eso no hubo muchas bajas.... El batallón quedó en estas posiciones hasta después de la conquista de Belchite".
Despliegue de la XI Brigada el 3 de septiembre. En rojo, la zona prospectada por nosotros. Plano de época gentileza de Julián Dueñas.
Es decir, las trincheras, o al menos una buena parte de ellas, que localizamos en Mediana fueron excavadas por los ingleses, que mantuvieron la posición entre el 4 y el 7 de septiembre al menos de 1937 (el día 3 los mapas todavía sitúan en esta posición a la XI Brigada). Ahora bien, una cosa son las estructuras y otro los restos que encontramos en superficie y a los que ya me he referido (munición, vidrio, granadas). Podrían pertenecer a momentos distintos, dado que el frente, como he señalado, quedó consolidado en esta zona tras la batalla.
Batería de refugios excavados en primera línea por los británicos. Las posiciones franquistas se encuentran en el extremo superior derecho de la foto.
Podría ser, pero existe un argumento arqueológico que nos lleva a pensar que lo que documentamos son los combates de la primera semana de septiembre de 1937 y por lo tanto la presencia de soldados británicos: los numerosísimos restos de combate a corta distancia (granadas) indican una lucha de gran intensidad y de un número considerable de tropas por tomar o defender las posiciones. Esta lucha de gran intensidad en el momento que mejor encaja es en esa primera semana que describe el documento mencionado. Posteriormente podemos pensar en golpes de mano, disparos de mortero y fuego de hostigamiento en general, pero no en ataques masivos como el que documentamos arqueológicamente.
Munición documentada en una de las posiciones avanzadas republicanas: dos casquillos de Mosin de 7,62 mm, un cartucho de 7,62 soviético para ametralladora, dos balas de 7 mm, una de Lebel, y otra quizá de Mosin (abajo). Las balas de 7 mm y la de Lebel fueron disparadas por los sublevados contra los republicanos.
En algunos sitios, además, las trincheras estaban a escasos metros unas de otras, hasta el punto que los soldados se lanzaban granadas de una posición a otra (encontramos los restos en superficie). Este es un panorama coherente con un escenario de combate continuo, pero no con un frente estabilizado.
Restos de granadas localizadas entre las dos líneas.
El documento corrobora la interpretación arqueológica:
"Había cotas pequeñas entre las posiciones Republicanas y las fascistas. El batallón ingles y los fascistas tenian avanzadas en estas colinas. En un sitio habia una pequeña separación de unos 40 metros - frecuentemente se tiraban granadas de mano de un grupo a otro".
Esto coincide perfectamente con la zona en la que concentramos nuestra prospección. Es la única zona del sector donde tenemos trincheras a la distancia señalada en el texto - y además regada de fragmentos de granada. La línea roja en el mapa son exactamente 41 metros.
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Agradezco a Julián Dueñas los documentos en que se ha basado esta entrada.
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