domingo, 10 de octubre de 2010

En tierra hostil

Seguramente los vecinos de Abánades no se sientan muy impresionados al ver las absurdas aventuras del cowboy desactivador de bombas que protagoniza "En Tierra Hostil" (The Hurt Locker, 2008). Su vida cotidiana desde 1936 ha estado marcada por los explosivos. Los vecinos de Abánades han cosechado bombas en sus campos, las han desactivado, las han hecho explotar, las han vendido, las han coleccionado, las han regalado, las han reciclado, las han utilizado de decoración. Han vivido de ellas y con ellas. Y eso, inevitablemente, se deja notar en el paisaje.

Por ejemplo, en el remate del frontón, coronado por una bomba de aviación y varios proyectiles de artillería.

O en el muro de una casa, decorado con granadas Ferrobellum y otros materiales explosivos. Como comentaba alguien, es el sustituto local de los enanos de escayola suburbanos.

Y por supuesto, en el campo, donde siguen apareciendo bombas con cierta frecuencia. Los servicios de recuperación franquistas no estuvieron muy finos en este municipio.

En resumen: ¡este pueblo es la bomba!

3 comentarios:

Ismael dijo...

Después de varios días, todavía tengo la mandíbula desencajada de las carcajadas que me ha provocado esta entrada. ¿Quien se esconde detrás del arqueólogo pulcro y el científico serio y metódico?.
Yo creo que un artista completo y un ser humano excepcional.
Este esbozo de tragicomedia puede ser el embrión de la próxima película de Javier Fesser, tiempo al tiempo...

gg dijo...

e de suponer que esa moto ira como un cañon no??

Ismael dijo...

Método "Abánades" de enajenación de explosivos:
http://www.youtube.com/watch?v=bTFuPPxorc4