La diferencia entre la arqueología del pasado reciente y la de períodos más remotos es la posibilidad que tenemos en el caso de la primera de encontrar descripciones de hechos que después documentamos materialmente. No es que esto ocurra siempre, y de hecho uno de los elementos atractivos de la arqueología del pasado contemporáneo también es descubrir cosas de las que no hay textos ni testimonios orales. Pero cuando éstos existen y se pueden contrastar con el registro arqueológico, el resultado es fascinante.
En uno de los Episodios Nacionales Contemporáneos escrito por Ricardo Fernández de la Reguera en 1957 se narra la historia de Augusto, un soldado falangista que, entre otros lugares, lucha en el pueblo de Abánades en 1937. En la novela se cuentan los intercambios que tuvieron lugar entre italianos y españoles:
"Convivieron varios días con los italianos a los que iban a relevar. Simpatizaron inmediatamente. Los italianos eran cordiales, generososo y un tanto ingenuos. Se entusiasmaban con los objetos más insólitos. Como les sobraba mucho equipo, se hicieron trueques fantásticos. Por un encendedor de mecha, una petaca roñosa o cualquier chuchería cambiaban unos pantalones, una guerrera, un capote, unas botas, los gorros... O les desaparecían al menor descuido en las manos rapaces de los españoles. El batallón de Augusto se metamorfoseó. Llevaba unos atuendos heterogéneos de prendas españolas e italianas".
En este párrafo encontramos la explicación para los elementos italianos que encontramos en la trinchera de Abánades: el casco M-1915/16, las gafas de motorista y la bengala de 25 mm. Sin duda, se trata del resultado de los trueques entre los soldados del CTV y las tropas españolas. Desde este punto de vista, los objetos dejan de ser meros artefactos militares y se convierten en recuerdos personales, testimonios silenciosos de una historia de confraternización en las trincheras
(Agradecemos a Ismael Gallego por proporcionarnos la referencia literaria)
No hay comentarios:
Publicar un comentario