viernes, 6 de septiembre de 2013

Para muestra, un botón


Desfile de la Victoria en Vigo.
Abajo: soldados alemanes de la Legión Cóndor (Archivo Pacheco)

De nosotros sólo van a quedar los botones, afirma un desconfiado oficial en un diálogo de la reciente película polaca que recrea la matanza de Katyn. En las exhumaciones que hemos llevado a cabo en sitios como Castuera (Badajoz) o el frente de guerra en Abánades (Guadalajara) se constata esta afirmación. Hebillas, botones e insignias cubren los cuerpos de los soldados muertos en combate o asesinados en la retaguardia. Sin embargo, estos objetos también se documentan en otros contextos arqueológicos y nos remiten a historias relacionadas con la geopolítica y el conflicto.
En 2010 un equipo de arqueólogos dirigido por Eva Albadalejo llevó a cabo un control de obra en un inmueble situado en la calle Celso Emilio Ferreiro, al pie del castro de Vigo. En una zona del solar se dieron de bruces con el relleno de uno de los fosos del poblado fortificado, repleto de restos cerámicos del ánfora romana Haltern 70, en la que llegaba a Galicia el vino andaluz, muy del gusto de los habitantes de las Rías Baixas de entonces (aún no existía el albariño). En otra zona del espacio sondeado, en el bajo de una vieja casa, algo llamó la atención de los arqueólogos. En una tajea aparecieron cientos de botones. De entre todos ellos, uno llamó especialmente la atención por su brillo luminoso. En el botón se veía perfectamente la esvástica del Partido Nazi, con el águila sobre el globo terráqueo. En el reverso se observa un marcaje con la letra A, correspondiente a la empresa FW Assmann & Söhne, afincada en Lüdenscheid (Renania del Norte-Westfalia) y dedicada a la manufactura de medallas, condecoraciones, hebillas, golas, dagas, botones, insignias, adornos para gorras y placas para el III Reich. Gracias a la gentileza del arqueólogo Lino Gorgoso, hoy hemos tenido este pin en nuestras manos.


La Legión Cóndor fue despedida en Vigo el 24 de mayo de 1939 en loor de multitudes como lo demuestra el reportaje gráfico firmado por el fotógrafo Pacheco y por el fotógrafo del Führer, Hugo Jaeger. Posteriormente, en la II Guerra Mundial, esta ciudad gallega fue el escenario de la lucha enconada por el wólfram, del combate silencioso entre el espionaje alemán y el contraespionaje aliado y fue el puerto de llegada de los submarinos U-Boot del Tercer Reich (alguno de ellos bajo las aguas de la ría). De acuerdo con el profesor Núñez Seixas, el Abwher, a instancias del almirante Canaris, utilizaba como base operativa el Servicio de Telecomunicaciones de la Marina. Este pequeño botón es una evidencia material más de la colaboración del régimen franquista con la Alemania nazi. Para esto vale la Arqueología de Urgencia en contextos urbanos.
No sabemos si el alemán que portaba este botón era un nazi redomado o un fulano que prefería hacer el amor y no la guerra. El solar en donde se encontró este pin acogía un conocido burdel en los años 30 y 40 y se ubica en las cercanías del monumento a los caídos del bando nacional.
Fotografías de Vigoalminuto.

1 comentario:

Manuel dijo...

Ha sido una alegría para mi, dar con este interesante blog lleno de historia. Felicito a todo el grupo que ha llevado a cabo este maravilloso y bien documentado trabajo.
No dejaré de visitarles, para leerlo y verlo con mayor detenimiento.
Saludos.