jueves, 2 de octubre de 2014

Farmacia de Guardia

El Cuerpo de Guerrillas León-Galicia contaba con un campamento base en la Serra do Eixo, en los montes de Casaio (Ourense). Mientras el régimen franquista colaboraba con los nazis, suministrando wolfram a Hitler gracias al trabajo esclavo de prisioneros republicanos en sitios como Casaio, la resistencia tenía su santuario a escasos kilómetros, en la conocida como Ciudad de la Selva. En esta base ondeaba la bandera republicana en esos primeros años cuarenta.
Pues bien. Nuestro equipo de trabajo acaba de encontrar en la comarca en donde se ubica Abánades una verdadera ciudad de la selva, un campamento republicano ocupado durante la guerra civil española. El bombardeo incesante de los aviones franquistas en los pueblos colindantes hizo que los mandos republicanos eligiesen un vallejo alejado de los núcleos de población para concentrar a la tropa. 

Decimos que es una ciudad porque se pueden identificar auténticas calles, agrupaciones de edificaciones de mampostería (chabolas), basureros y estructuras de funcionalidad por el momento desconocida. Nunca nos habíamos enfrentado a algo así. Hasta el momento hemos excavado campos de concentración, trincheras, refugios, fortines, parideras y fosas. Que sepamos, en el Estado español existe un magnífico ejemplo: el campamento musealizado de Pujalt que funcionó entre 1937 y 1939 como campo de entrenamiento del 18ª Cuerpo del Ejército de la República.
El sitio que hemos localizado fue abandonado al acabar el conflicto y su estado de conservación es realmente impresionante. Hoy empezamos a retirar los escombros del interior de varias de estas chabolas. 

Definiendo el nivel de derrumbe del interior de algunas de las chabolas.
En una de ellas hemos recogido dos envases diferentes de medicamentos. El primero contenía un complejo antianémico que normalmente se aplicaba a los niños en su período de crecimiento. Es un producto elaborado por el laboratorio del farmacéutico barcelonés Pedro Viñas y Dordal, fundador de una empresa que todavía subsiste en la actualidad: Laboratorios Viñas.

Como se puede comprobar en la publicidad de la época: RUAMBA. Regenera el plasma sanguíneo. Es la alegría de los niños y la delicia de los adultos. Así aparece en un ejemplar de La Vanguardia de enero de 1936:


En el mismo depósito de relleno del interior de la chabola hemos encontrado hoy un pequeño pastillero que contenía pirulas supuestamente óptimas para la cura de la tos y el asma. Tiene el tamaño de una moneda de un euro.

Tapa del pastillero.

Reverso del pastillero: MUESTRA GRATIS.

Estos restos nos hablan del desarrollo de la industria farmacéutica en Cataluña en el primer tercio del siglo XX. También nos muestran los esfuerzos que estas empresas realizaban en el ámbito de lo que hoy llamaríamos marketing. Durante la Guerra Civil muchas de estas empresas barcelonesas fueron colectivizadas y puestas al servicio del esfuerzo de guerra. No sabemos si éste fue el caso de los laboratorios Viñas. Los interrogantes se acumulan. ¿Era esta chabola un espacio específico para acoger heridos y enfermos? ¿Trabajarían aquí sanitarios y enfermeras? No sabemos si RUAMBA era la delicia de los adultos, pero sin duda era fundamental para la recuperación de los soldados heridos en el frente. Como véis, el horizonte que se nos plantea es prometedor. En estos días vamos a elaborar levantamientos planimétricos del campamento, excavaremos un conjunto representativo de chabolas e intentaremos llevar a cabo un análisis espacial y funcional de las estructuras. Seguiremos informando.

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