Camioneta FIAT conocida como El Abisinio.
La denominada Arqueología postprocesual hizo hincapié en la rocambolesca vida social de los objetos, en la reutilización fncional y simbólica de la cultura material del pasado en nuevos contextos históricos. Este fenómeno es fácilmente reconocible en proyectos de Arqueología del Conflicto. En el caso de la Guerra Civil Española los ejemplos son numerosos: munición mejicana y estadounidense empleada por los aliados en la Iª Guerra Mundial, que de América llega al Ejército zarista, de aquí al Ejército soviético tras la revolución y acaba en la España republicana en 1936 por orden de Stalin. El armamento de origen checoslovaco que gracias a gestiones del nacionalista vasco Irujo es introducido en Bizkaia y juega un papel primordial en el frenazo a principios de otoño de 1936 de la ofensiva franquista tras la toma de Gipuzkoa...
En contextos bélicos, las necesidades apremian. Estos meses atrás, los rebeldes prorrusos del Este de Ucrania han llegado a tunear tanques soviéticos de la IIª Guerra Mundial expuestos en museos de la Gran Guerra Patria. En la Guerra Civil Española se dieron casos parecidos. El gobierno autónomo de Euskadi empleó en labores de evacuación un caza tipo Curtiss conocido como el Negus, sin armamento y acomodado para viajes rápidos. Este avión fue utilizado por el emperador etíope Haile Selassie en la guerra contra los italianos. De África llegó a Euskadi, previo pago de 5.000 libras. El avión lucía en su carlinga los escudos de los países en los que había servido, entre ellos los de varios estados americanos, el León de Judá (símbolo de la realeza abisinia) y finalmente el escudo de Euskadi. Un avión abisinio por los cielos vascos. Acabó sus días en un desguace en Francia.
Sarria es una localidad del centro-sur de la provincia de Lugo. Allí reside el octogenario Manuel Olmo. De jovencito acompañaba a su tío Pepe (dueño de la fábrica local de gaseosas José Rodríguez Castro) en el reparto a bordo de una camioneta. En 1968, Manuel compró el vehículo para restaurarlo. La camioneta FIAT se construyó en Italia en 1936 y fue enviada a la guerra de Abisinia. De allí llegó a España formando parte de la ayuda que Mussolini prestó a Franco al inicio del golpe de Estado. Tras la guerra civil fue subastada y rematriculada en Madrid en 1940. El tío Pepe la compró y llegó a Sarria con la carrocería totalmente agujereada por impactos de bala. Como señala la periodista Ana Casanova, del diario lucense El Progreso: la casualidad quiso que, en una de las ferias de antigüedades, un vecino de As Nogais que se encontraba de visita la reconociese como el vehículo que él mismo había conducido durante la guerra.
El vehículo es conocido en Sarria como El Abisinio. La ocupación italiana de Etiopía dejó una honda huella en el rural, debido al seguimiento que del conflicto se hizo en la prensa nacional. Incluso Abisinio es utilizado como insulto en algunas zonas de Galicia, como la propia Terra de Lemos. Antológica fue una viñeta del humorista gráfico Bagaría en la que mostraba a dos etíopes en pleno bombardeo italiano, mirando al cielo y exclamando: ¡Ah, ya llega el Progreso!
Con el permiso del ayuntamiento sarriano, Manuel, a los mandos de su FIAT, ha encabezado esta tarde un peculiar desfile por las calles del pueblo. Detrás del todoterreno de la Policía local, pudimos ver un carro de bueyes (hecho por el propio Manuel), aderezado con elementos etnográficos, así como varios coches de época. Un vehículo clásico, muy esperado, no llegó a la cita porque su propietario tuvo que lidiar con un pequeño nogal que crecía en los asientos traseros. Un señor que se recuperaba de la siesta vespertina en un banco, exclamó al paso de la comitiva: ¡En esto se ha quedado Sarria: una aldea, un carro de bueyes y muy poca gente!
Sarria es una localidad del centro-sur de la provincia de Lugo. Allí reside el octogenario Manuel Olmo. De jovencito acompañaba a su tío Pepe (dueño de la fábrica local de gaseosas José Rodríguez Castro) en el reparto a bordo de una camioneta. En 1968, Manuel compró el vehículo para restaurarlo. La camioneta FIAT se construyó en Italia en 1936 y fue enviada a la guerra de Abisinia. De allí llegó a España formando parte de la ayuda que Mussolini prestó a Franco al inicio del golpe de Estado. Tras la guerra civil fue subastada y rematriculada en Madrid en 1940. El tío Pepe la compró y llegó a Sarria con la carrocería totalmente agujereada por impactos de bala. Como señala la periodista Ana Casanova, del diario lucense El Progreso: la casualidad quiso que, en una de las ferias de antigüedades, un vecino de As Nogais que se encontraba de visita la reconociese como el vehículo que él mismo había conducido durante la guerra.
The Heritage Machine (sensu Pablo Alonso)
El vehículo es conocido en Sarria como El Abisinio. La ocupación italiana de Etiopía dejó una honda huella en el rural, debido al seguimiento que del conflicto se hizo en la prensa nacional. Incluso Abisinio es utilizado como insulto en algunas zonas de Galicia, como la propia Terra de Lemos. Antológica fue una viñeta del humorista gráfico Bagaría en la que mostraba a dos etíopes en pleno bombardeo italiano, mirando al cielo y exclamando: ¡Ah, ya llega el Progreso!
Con el permiso del ayuntamiento sarriano, Manuel, a los mandos de su FIAT, ha encabezado esta tarde un peculiar desfile por las calles del pueblo. Detrás del todoterreno de la Policía local, pudimos ver un carro de bueyes (hecho por el propio Manuel), aderezado con elementos etnográficos, así como varios coches de época. Un vehículo clásico, muy esperado, no llegó a la cita porque su propietario tuvo que lidiar con un pequeño nogal que crecía en los asientos traseros. Un señor que se recuperaba de la siesta vespertina en un banco, exclamó al paso de la comitiva: ¡En esto se ha quedado Sarria: una aldea, un carro de bueyes y muy poca gente!
Sarria antitaurina.
1 comentario:
Perdón por el of topic, pero cual es ese armamento checoslovaco que frena la ofensiva fascista sobre Euzkadi?primera noticia que tengo
saludos
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