miércoles, 19 de julio de 2017

Antes de la guerra, después de la guerra


El escritor Stefan Zweig fue testigo del período más convulso de la historia: la Primera Guerra Mundial, la disolución del Imperio Austrohúngaro (del que era ciudadano), el auge del nazismo y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. En El Mundo de Ayer, su autobiografía escrita en el exilio brasileño, dice: "todos los puentes se han roto entre nuestro hoy, nuestro ayer y nuestro anteayer".

En una entrada anterior hablaba de mundos rotos para referirme a los fragmentos dispersos que encontramos en nuestras excavaciones y prospecciones en la Ciudad Universitaria de Madrid. Pero es algo más que una rotura. Es una cesura: una interrupción o una brecha que no puede sellarse y que deja a cada lado dos mundos incompatibles y mutuamente irreconocibles.

En la colina del Clínico esta ruptura se palpa materialmente. Hay objetos que pertenecen al mundo de ayer, que es el mundo de Stefan Zweig, objetos de resonancias modernistas fabricados antes de la Guerra Civil. Tanto el Art Nouveau, antes de la Primera Guerra Mundial, como el Art Déco, después de esta, son estilos elegantes, ligeros y optimistas, que reflejan una sociedad segura de sí misma y que confía en el progreso.


Brazalete y aplique de mueble modernistas, primer tercio del siglo XX.

En la inmediata posguerra las aspiraciones del modernismo se han desvanecido y han sido sustituidas por pobreza y hambre: sobre el escombro de las ruinas del asilo de Santa Cristina documentamos un pequeño hogar excavado en el suelo con una lata de sardinas en su interior. Se trata de una de las muchas fogatas con latas y vidrios que hemos ido registrando en el campus y que se datan en los años 40 y 50. La mayor parte se relacionan con personas sin hogar. El parque de la Virgen Blanca, que se extiende a los pies del Clínico, quedó fuera de las zonas de tránsito principales de Moncloa y la Universidad y se convirtió por ello en un refugio de marginados. Todavía lo es hoy.

Excavación del hogar de posguerra sobre las ruinas del Clínico, con un cartucho de Máuser alemán en un nivel anterior.


También descubrimos otros objetos muy representativos de los años 40 a 60: varias monedas de Franco y una medalla de aluminio de la Virgen Milagrosa. La advocación existe desde el segundo tercio del XIX y el diseño de la medalla no ha cambiado desde finales de ese siglo. Es el metal el que sugiere una datación posterior a la Guerra Civil.



Miseria, caudillos y vírgenes: el registro arqueológico de la posguerra.

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