Miembros del batallón Bakunin posando
en el monte de San Pedro (febrero de 1937). (en Tabernilla y Lezamiz 2007: 176).
Euskadi se encuentra en el epicentro político y militar de
la España de la década de 1930, como lo demuestran cuatro acontecimientos
clave. Así pues, el nuevo régimen se gestó en el pacto de San Sebastián en
agosto de 1930. Posteriormente, el martes 14 de abril de 1931, a las seis de la
mañana, la IIª República española fue proclamada por el ayuntamiento
republicano-socialista de Eibar, varias horas antes de su instauración en
Barcelona y Madrid. A su vez, en tierras vascas se forja el comienzo del fin de
la IIª República, con el cierre de la frontera francesa por las tropas del
general Mola que conquistan Irún en septiembre de 1936, aislando el Norte leal.
Finalmente, el bombardeo de Gernika por la aviación alemana no sólo constituye
el símbolo de la guerra civil española sino el arranque del moderno modo de hacer la guerra que va a
caracterizar la Segunda Guerra Mundial. Como ha señalado el historiador J. L. de la Granja: la República nació y empezó a morir
en Euskadi.
Dentro de la guerra civil en Euskadi cabe distinguir tres fases:
Dentro de la guerra civil en Euskadi cabe distinguir tres fases:
·
División en verano de 1936: Gipuzkoa-Bizkaia
frente a Araba-Navarra, equilibrio que se rompe en septiembre con la ofensiva
sobre Gipuzkoa.
·
A primeros de octubre el frente se estabiliza en
el límite entre Gipuzkoa y Bizkaia (línea del río Deva). Ofensivas de Villarreal
y batalla naval de Machichaco. Esta situación perdura hasta el 31 de marzo de
1937, con el inicio de la ofensiva de Mola.
·
31 de marzo-19 de junio: toma de Bilbao y caída
de toda Bizkaia.
Dentro de este contexto general, nos encontramos ante una
realidad material que presenta una gran potencialidad desde el punto de vista
de la Arqueología de la guerra civil española, en comparación con otros frentes
en los que hemos trabajado con anterioridad. En este sentido, escenarios de la
guerra como el del monte de San Pedro nos permiten constrastar una serie de
hipótesis de trabajo.
Cueva refugio en las trincheras del monte de San Pedro.
En primer lugar, apenas se han trabajado arqueológicamente
espacios que fueron frente de batalla en los primeros meses de la guerra. Ello
se debe, en parte, a la reocupación de esos paisajes durante fases posteriores
del conflicto, lo que ha hecho desaparecer u ocultar los restos de ese primer
nivel de ocupación. Esta primera fase de combates es especialmente interesante
ya que reproduce un modo de hacer la guerra totalmente premoderno. Como vimos,
es el momento de la improvisación, de las escaramuzas entre columnas, de la
amortización de armamento antiguo y obsoleto, de reutilización de
fortificaciones de otros tiempos (trincheras de las guerras carlistas, por
ejemplo). Esta situación se deja entrever sobre todo en esta área del Frente
Norte, una zona periférica en el conjunto de las maniobras que están teniendo
lugar en otras zonas calientes del Estado, como puede ser la sierra de Madrid
sin ir más lejos. El cierre de la frontera francesa en septiembre de 1936
incrementará esta particularidad en el Euskadi republicano, dependiente de la
ayuda exterior que consiga hacer llegar a territorio leal. En el caso
franquista, la batalla de Villarreal fue un claro ejemplo de la falta de medios
en esta primera fase de la guerra; sólo la resistencia numantina y la
incompetencia militar republicana explican que Vitoria-Gasteiz no hubiese caído
en manos del Gobierno de Euzkadi. Dentro de estas coordenadas, el monte de San
Pedro constituye un caso excepcional, ya que se han fosilizado allí estos meses
iniciales de la guerra, al no haber sido reocupado con posterioridad a junio de
1937.
En segundo lugar, este frente de batalla aporta otra posible
vía de trabajo arqueológica. En el bando franquista, a pesar de existir un
Ejército profesional, se integraron milicias con combatientes procedentes de
ideologías y partidos concretos. Así pues, en el frente de Araba lucharon
centurias de Falange, requetés y milicias de Acción Popular. A su vez, el
Cuerpo de Ejército de Euskadi también contempló la creación de batallones
formados por combatientes de afín ideología. Por lo tanto, había batallones
anarquistas, socialistas, comunistas, nacionalistas vascos (PNV, ANV) y
republicanos. Esta circunstancia no sólo caracteriza y diferencia a la guerra
civil de otros conflictos armados contemporáneos sino que abre una nueva
posibilidad para la Arqueología, y que podemos resumir en la siguiente pregunta
de investigación: ¿la ideología concreta de los soldados de una posición se
refleja en la materialidad generada durante la ocupación del sitio? ¿se puede
acceder a la conducta política de los combatientes a partir del análisis del
registro arqueológico? En puridad, no sería descabelladlo encontrar objetos de
naturaleza religiosa en una posición requeté de tradicionalistas católicos o de
combatientes del PNV; sin embargo, a
priori, sería más complicado documentarlos en un puesto anarquista o
comunista.
Blocao de la Avanzadilla del Monte de San Pedro:
obsérvese la piqueta para sostener alambrada de espino, encontrada en el lugar..
En tercer lugar, se nos plantea la posibilidad de estudiar
el salto poliorcético que se dio entre los combates de otoño de 1936 y la
primavera de 1937. En este sentido
podemos rastrear arqueológicamente el modelo de guerra total implantado en la
ofensiva de Bizkaia: empleo masivo de maquinaria de guerra, el impacto de los
bombardeos aéreos, etc…
En cuarto lugar, podemos aportar datos materiales sobre la
ayuda internacional cursada a nivel material a los dos bandos en el período
abordado, una cuestión crucial en unos momentos en los que reviven discursos
revisionistas que quitan peso y relativizan la ayuda alemana e italiana en la
victoria franquista. A este respecto, la Arqueología se presenta como una
herramienta fundamental para contrastar la información oficial vertida en los
partes militares y la propaganda, y para suplir el vacío dejado por las fuentes
orales, en unos años en los que ya están desapareciendo todos los veteranos de
guerra que protagonizaron aquellos hechos.
5 comentarios:
Señor Ayan, esas imagenes del batallón de la CNT pertenecen a la Fundacion Anselmo Lorenzo y son de mas calidad que las que Vd. expone con lo que es lógico deducir que han sido copiadas del libro "Cecilia G. de Guilarte reporter de la CNT", pero no se citan las fuentes. Lamentamos tener que informar a la Fundacion por si quiere ejercer sus derechos que le asisten sobre estas imágenes.
Atte Guillermo Tabernilla
Asociación Sancho de Beurko
Por otra parte, le agradecemos mucho que haga uso como fuente de nuestra bibliografia sobre esa parte del frente alavés, pero me disculpará si le corrijo una de ellas, ya que la fecha de edición no es correcta. Se trata de: AGUIRREGABIRIA, Josu y TABERNILLA, Guillermo: El frente de Álava, 1°Parte...Ediciones Beta, Bilbao 2006 y si es la segunda edición 2009.
Atte Guillermo Tabernilla
Asociación Sancho de Beurko
Efectivamente, señor Tabernilla, citamos las referencias a las publicaciones originales en el proyecto, presentaciones y publicaciones. No las hemos introducido aquí porque es un formato divulgativo. De hecho, el texto va acompañado de sus respectivas citas, pero no las introducimos para hacer la lectura liviana a todo tipo de públicos. Ya nos pondremos nosotros en contacto con la Fundación Anselmo Puente. Por el momento, en los pies de figura, si le parece bien, introduciremos la cita bibliográfica. Muchas gracias por seguir este blog y por preocuparse por nuestro proyecto. Un saludo.
Xurxo Ayán.
Anselmo Lorenzo quiero decir, con tanto anarquista de por medio uno se confunde...
Buenos dias, ya he visto que ha puesto la fuente del libro en una de las fotos del Bakunin, le agradecería mucho que hiciese lo propio con la otra.
Atte
Guillermo Tabernilla
Asociación Sancho de Beurko
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