martes, 13 de septiembre de 2011
Paisaje, Trauma y Memoria
Esta zona del Frente Norte es un paraíso natural. Esta potencialidad paisajística se refleja en la oferta turística de la región, con sus centros de interpretación de la fauna salvaje y sus aulas de naturaleza. El propio entorno del cueto de Castiltejón es un hito dentro de este espacio. Si embargo, gracias a la Aarqueología del Paisaje sabemos que este tipo de espacios son una construcción cultural, el resultado de una apropiación simbólica que genera auténticos espacios de memoria. La colaboración de miembros de la comunidad local y de la gente que nos vino a visitar en las jornadas de ayer permite poner nombre y recuperar espacios olvidados, que estamos registrando en nuestros trabajos de prospección. Como las fosas comunes de soldados de la guerra emplazadas en el fondo de valle, al pie de Castiltejón. O el torreón de Lillo, espacio de reclusión y de tortura. O el denominado Campo de los Buitres, sobre Cofiñal, en donde en los años 40 la gente iba a extraer los empastes de oro de los cadáveres de los soldados republicanos acribillados por la aviación. Lugares de memoria relacionados con historias de terror, violaciones, fusilamientos y humillaciones. Los Picos de Europa también son un espacio traumático que ni la niebla puede borrar.
Fotografía: soldados en la Cornisa Cantábrica.
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