Los escondrijos del Bronce Final Atlántico en cuevas, abrigos y afloramientos rocosos nos permiten avanzar en el conocimiento de la tecnología y la orfebrería prehistóricas. A su vez, los tesorillos son un clásico de la arqueología tardorromana en la Península Ibérica. En los castros gallegos con ocupación tardía han aparecido este tipo de ocultaciones monetarias, debajo del pavimento o dentro de los muros de las viviendas. Este tipo de evidencias siempre han sido muy codiciadas por los arqueológos, ya que aportan información sobre intercambios, rutas comerciales, etc...
Otro individuo arrojado a la fosa 6.1 llevaba consigo una bolsita de cuero, cerrada con mimbre. En su interior se conservan tres sortijas etrelazadas, pequeños fragmentos de aros de bronce y otras piezas que podrían ser (es una mera hipótesis) insignias militares. A su lado, una enorme hebilla de bronce con un enganche típico para sostener una cantimplora. Aparentemente parece corresponderse con material militar. Este detalle minúsculo puede ser definitico para avanzar hipótesis sobre este grupo humano asesinado a sangre fría: ¿civiles o militares? ¿presos del campo de concentración? ¿soldados republicanos? ¿vecinos de Castuera? La exhumación avanza pausada e inexorablemente mientras los objetos y su contexto esconden historias de vida únicas e irrepetibles.
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