viernes, 8 de julio de 2016

Soldados y mendigos


En las excavaciones de la Ciudad Universitaria uno de nuestros problemas es distinguir a los soldados de los mendigos de la posguerra. En el interior del abrigo, por ejemplo, documentamos una capa con materiales que pueden ser de la guerra o la inmediata posguerra y que fueron a parar allí durante la repoblación de pinos en los 50. Los plantadores de árboles al cavar los alcorques encontraron botellas de vino y anís y latas y las arrojaron al interior del refugio. 

La tipología de estos objetos no cambió mucho entre los años 20 y 40, por lo que no podemos saber siempre a ciencia cierta si pertenecen al período bélico o al inmediatamente posterior. Es posible que se mezclen restos de la guerra y de ocupaciones de gente sin hogar posteriores. Una moneda de Franco de 1947 que aparece en el borde de la estructura confirma que los sin techo vivieron por aquí en esas fechas.   

Otra prueba de ello son fragmentos de una botella de anís La Castellana. Este licor lo fabricaba Nicomedes García en Segovia (el del whisky DYC). La ciudad estaba en manos sublevadas y la fábrica de destilados suministraba sus productos al bando franquista. No es muy probable, por tanto, que en el año 39 los soldados republicanos estuvieran consumiendo anís La Castellana. Pero sí los vagabundos de los 40. 

Botella de anís La Castellana igual a la que encontramos en el abrigo.

Debajo de esa capa, sin embargo, encontramos piedras y restos de hoguera asociados a vidrios y latas. Esto se parece más a una ocupación in situ de la guerra, pero tampoco podemos decirlo a ciencia cierta.  Que no podamos distinguir a un soldado de 1939 de un sin techo de 1940 es significativo en sí mismo. La arqueología muestra elocuentemente que sus vidas no diferían mucho.


Donde si nos encontramos un nivel de la guerra inconfundible y bien conservado es en la trinchera de comunicación, al lado del abrigo. Aparece a un metro y medio de profundidad, sepultado por aluviones y derrumbes de parapeto. Pero en este caso no hay duda: en el suelo de la zanja aparecen latas, casquillos y cartuchos de Mosin que registramos cuidadosamente.

Registramos los hallazgos
 
Una lata de sardinas en el fondo de la trinchera

Un casquillo de Mosin Nagant disparado y en perfecto estado de conservación. Procede de la fábrica Podolsky Patronyi Zavod, de Podolsk, en las cercanías de Moscú.
 

Las armas son realmente lo único que distingue a los combatientes de los pobres.

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