jueves, 13 de septiembre de 2012

Un cuerpo destruido

En la Enebrá Socarrá continuamos la exhumación de los restos humanos que descubrimos en la campaña de 2011. Entonces aparecieron varios huesos junto a fragmentos de equipo, munición y latas en lo que parecía un hoyo. Estos días hemos podido confirmar los huesos se encuentran en el interior de un cráter producido por un impacto de artillería. Aparecen varios fragmentos de metralla, algunos de hasta 20 cm de largo. Quizá de un cañón de 75 mm. Siguen apareciendo huesos. Entre ellos, una tibia, un peroné y restos de un pie embutidos todavía en su bota. Al lado un húmero. Algo más allá restos de la caja torácica, vértebras, un fémur.

Todavía no sabemos si esta persona murió destrozada por un impacto de artillería. Es posible que cayera en la paridera y después de la guerra enterraran sus restos en el cráter. En todo caso, este es el efecto de la guerra moderna en un cuerpo humano. Un cuerpo destruido y olvidado en tierra de nadie.

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