lunes, 29 de noviembre de 2010

Informe de las excavaciones arqueológicas en Abánades. Campaña de 2010

Ya está disponible el informe de las excavaciones arqueológicas en las trincheras de Abánades. Podéis descargároslo en el siguiente link:

Informe Abánades

viernes, 26 de noviembre de 2010

El lenguaje de las latas - Primera parte



Lata de pastillas Juanolas procedente de Abánades (Guadalajara)

Hola, amigos.
Soy la tapa de un pequeño envase de latón. Fui fabricada en Cataluña para contener las célebres y milagrosas pastillas barcelonesas Juanolas.

Después de un breve espacio de tiempo almacenada, fui destinada al frío frente de Guadalajara donde mis camaradas republicanos me necesitaban para reconfortar sus largas y duras guardias invernales.
Fui a parar al curioso pueblo de Abánades, cuyos cerros, donde estaban situadas nuestras trincheras, superan todos los 1.000 metros de altitud.
Quiero que sepais que soy tan importante o más que un cartucho de Mauser o una bomba de mano. La tos producida por un resfriado mal curado en un pozo de tirador o en una avanzadilla podía ser el pasaporte directo al mas allá. Ahí radica el importantísimo papel que jugué en todos los frentes y que los libros omiten.

Una vez concluida mi misión, ya vacía, triste y resignada, decidí esconderme en un polvorín de Majada Alta donde después de 70 largos años unos amigos me encontraron junto a un par de botones y una pieza metálica que no recuerdo para que servía.

Quiero reivindicar, desde mi nuevo y cómodo hogar, el importantísimo papel desempeñado por las latas en la contienda y nuestro lenguaje, que no todos entienden.

Salud. Nos vemos en Abánades.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Objetos de gran valor


Estos últimos días ha circulado por los medios el siguiente titular: "Arqueólogos del CSIC desentierran objetos de gran valor de la Guerra Civil", a partir de una nota de prensa enviada por la propia institución. Desgraciadamente, ningún medio se ha puesto en contacto con nosotros para que les contáramos lo que realmente hacemos y se han limitado por lo general a resumir (mal) y a descontextualizar la nota de prensa.

Cualquiera que haya seguido este blog sabrá que desenterrar "objetos de gran valor" es precisamente de lo que no trata este proyecto. Encontramos, eso sí, objetos que nos hablan de personas y hechos de un pasado doloroso, objetos que revelan historias íntimas, a veces de sufrimiento, muerte y privaciones, otras de terror, o amor o camaradería.

No reescriben la Gran Historia (la de las batallas y las decisiones políticas), pero nos ayudan a experimentarla de otra manera. Y son una ventana hacia otra historia, que no suele aparecer en los libros: la historia de todos los días, la de los actos cotidianos y triviales (no tan triviales en tiempos de guerra). Es la historia de la gente que no la tiene (a veces porque se la han robado): soldados rasos, mujeres, niños, presos, trabajadores forzados.

Los objetos que excavamos son artefactos humildes -siempre- pero en su humildad tienen un poder enorme. Evocan, rememoran y emocionan. Nos nos dejan olvidar. Y nos permiten conocer de otro modo el pasado violento y dictatorial de España. Porque conocer la historia no es simplemente un proceso intelectual que ocurre en nuestras cabezas. La historia se toca con los dedos y se ve y se escucha. La historia se huele en las trincheras y en las zanjas de los campos de concentración. La historia está en un parte de guerra y en una condena a muerte, por supuesto, pero también en una lata oxidada y un casquillo percutido.

Desde este punto de vista, sí que desenterramos objetos de gran valor. Pero su valor no se mide en términos de mercader de antigüedades ni de historiador erudito. Es el valor de las cosas que realmente importan. Las que hacen sentir, aquí y ahora, la fuerza del pasado.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Leer la tierra

Eso es lo que hacemos -o tratamos de hacer- los arqueólogos. Al excavar identificamos las unidades estratigráficas (UEs) que componen el depósito arqueológico, las documentamos con fichas y las dibujamos. Cada estrato tiene una historia particular: un episodio constructivo (la excavación de una trinchera, por ejemplo), o destructivo (un estrato de incendio, el derrumbe de un muro), la colmatación de un hoyo que ya no se usa... Al seguir los estratos vamos leyendo la historia del sitio que excavamos.

Naturalmente, en un sitio de ocupación tan breve como una trinchera de la Guerra Civil, las historias son poco complejas. Una corta ocupación y un relleno inmediato al acabar la contienda.

En la imagen se puede ver el corte estratigráfico que documentamos al sur de los abrigos. Se observa fácilmente que al excavar las estructuras se destruyó un nivel de época medieval, del que sólo se salvó una estrecha franja: la que coincide con la pared de tierra que separaba ambos abrigos.

Al acabar la guerra, la Estructura 02 se rellenó sobre todo con tierra: los distintos tipos de tierra que se utilizaron para tapar la estructura se perciben en forma de lentejones de diferente textura y color. En la Estructura 01 se arrojaron en cambio gran cantidad de piedras, primero grandes y después de menor tamaño (cascajo).