sábado, 8 de noviembre de 2008

Pasito a pasito...

Ayer viernes el tiempo nos respetó. Sólo llovió una media hora, que coincidió con la explicación que nos dieron los topógrafos, Eduardo y Víctor, sobre cómo utilizar una estación total para realizar un levantamiento topográfico, en concreto el de una de las trincheras que seguramente vamos a excavar. Desde aquí les agradezco su desinteresada colaboración y que accedieran a dar esta improvisada clase en el campo.

Ya hemos rematado seis polígonos de prospección y hemos localizado un buen número de trincheras, trincheras de comunicación y puestos de vigilancia, de ametralladoras... La visibilidad en general es muy mala, por las agujas de los pinos y porque la hierba está alta. Pero la reciente repoblación de encinas y pinos en todos los polígonos que hemos prospectado nos permite ver algo, gracias a la tierra que se ha sacado con cada alcorque. Precisamente en uno de estos alcorques, por debajo de una de las trincheras localizadas, es donde Lucía Villaescusa, una de nuestras prospectoras, que ha demostrado tener muy buen ojo para discriminar qué materiales pueden ser de los años treinta, localizó ayer una bala. Se trata de un proyectil de 7 mm, de fabricación nacional, idéntico al que apareció durante la fase previa a la prospección en la trinchera cercana a la biblioteca de Geografía e Historia. Como en aquel caso, nunca fue disparado, pues no muestra señales de estar percutido ni estrías.

Otra de las cosas que hemos podido comprobar es que esta zona de Madrid, después de la guerra, debió de ser unos de los principales lugares para arrojar "cultura material subactual", es decir, escombros de obra y basura procedentes de edificios destruidos durante el conflicto. Estas escombreras se encuentran hoy cubiertas por la vegetación. Eso hace que sea muy difícil saber si una lata, botella de cristal o ladrillo macizo es de época de la Guerra Civil, anterior o posterior. Por lo tanto, lo bueno de esta prospección, es que se trata de un proceso de aprendizaje colectivo, en donde contamos con la desinteresada colaboración de multitud de aficionados al tema de la Guerra Civil, que nos indican cuáles eran las conservas que se consumieron en el frente, cómo las abrían, qué proyectiles son los más habituales o qué tipos de ladrillos y hormigón son los que aparecen en búnkeres y construcciones asociadas a trincheras ¿Para cuándo alguien se va animar a hacer una tesina con una buena tipología de cultura material contemporánea? Paradójicamente es más sencillo saber si una cerámica es del Bronce Medio o Final, que si una baldosa o botella de cerveza es de los años treinta o de los cincuenta. Ahí lo dejo por si alguien quiere recoger el testigo.


Aunque no lo parezca el equipo de prospección está pasando por un par de líneas paralelas de trinchera, completamente arrasadas. Aquí cerca apareció la bala.


Esta es la segunda bala de 7 mm que nos aparece. En los dos casos sobre trincheras o muy cerca de ellas.

En la parte inferior de la fotografía una trinchera republicana arrasada (se nota el color diferencial de la hierba). Entre los pinos aparece la esquina de la biblioteca de Geografía e Historia. Al fondo el Cerro Garabitas de la Casa de Campo, desde donde disparaba la artillería de los sublevados.

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