La zona en la que hemos decidido intervenir en el campo de concentración es la de las letrinas. Se trata de dos zanjas, una de ellas perimetral, situadas en una ampliación del campo.
En estas zanjas los presos se veían obligados a hacer sus necesidades en grupo, sin ningún tipo de intimidad. Nos cuenta Antonio López, autor de una monografía fundamental sobre el campo, que los presos eran conducidos a las letrinas por barracones. Es decir, uno no iba al baño cuando quería, sino cuando le tocaba.
Arriba, Gonzalo e Indira comienzan el sondeo en la zanja de la letrina. Abajo, Jano y Marín excavan la zanja perimetral. Al fondo, el castillete de la mina La Gamonita.
Las letrinas se usaron como basurero también, de ahí que nos interese sondearlas. En superficie se aprecia gran cantidad de restos (fragmentos de vidrio, latas, algún botón). Al poco de comenzar la excavación comienza a salir material: muchas latas de sardinas y atún en la zanja perimetral. La zanja de la letrina suministra bastantes menos desechos.
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