Hoy hemos encontrado en la zanja de la letrina dos escudillas de las que se utilizaban para comer el rancho. Son similares a las usadas por los soldados durante la guerra, lo cual es lógico: los campos de concentración eran establecimientos militares que prolongaban las condiciones de guerra en tiempo de paz. En muchos campos era habitual que se diera a los prisioneros una sopa aguada o unas lentejas, que apenas les servían para mantenerse en pie. En Castuera se repartían dos comidas al día, aunque la primera (un sucedáneo de café y un chusco de pan) difícilmente merece tal nombre.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Rancho
Hoy hemos encontrado en la zanja de la letrina dos escudillas de las que se utilizaban para comer el rancho. Son similares a las usadas por los soldados durante la guerra, lo cual es lógico: los campos de concentración eran establecimientos militares que prolongaban las condiciones de guerra en tiempo de paz. En muchos campos era habitual que se diera a los prisioneros una sopa aguada o unas lentejas, que apenas les servían para mantenerse en pie. En Castuera se repartían dos comidas al día, aunque la primera (un sucedáneo de café y un chusco de pan) difícilmente merece tal nombre.
Etiquetas:
Espacios represivos,
Extremadura,
Materiales arqueológicos
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