La verdad es que nunca me había parado a pensar en Rambo desde una perspectiva arqueológica (tampoco es que me dedique a pensar en ese señor todos los días). Pero hace una semana nuestra compañera Iria Fernández comentó con mucha razón, al ver unos cuantos casquillos en el sondeo, que el soldado Rambo genera registro arqueológico. Y en cantidades industriales.
Sus homólogos menos musculados de la Guerra Civil Española también le dieron bien al gatillo. Y de esos microeventos de terror o entusiasmo y, en cualquier caso, adrenalina en abundancia, quedan los fósiles-guía que son los cientos de casquillos y cargadores que recuperamos en nuestros sondeos.
Por suerte para nosotros, los soldados de la Guerra Civil se vieron obligados a luchar en trincheras y parapetos, que son más fáciles de excavar que los arrozales de Vietnam.
1 comentario:
JAJAJJAJAJAJJAA
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