lunes, 21 de junio de 2010

Homenaje y puertas abiertas al pasado, presente y futuro

Otro de los momentos álgidos de esta campaña fue la jornada de homenaje y puertas abiertas del domingo 13 de junio. En realidad, el término de puertas abiertas era un poco engañoso, porque habíamos difundido la convocatoria únicamente entre los vecinos de Bustarviejo (a través de carteles generosamente elaborados, impresos y repartidos por trabajadores del Ayuntamiento); como la jornada se planteaba sobre todo como un homenaje a los presos y sus familiares, la previsible asistencia de algunos de éstos últimos nos exigía crear un ambiente relativamente íntimo para respetar su sensibilidad.

Entrando por grupos en los barracones.

Finalmente nos juntamos cerca de 60 personas e invitamos a todos desde el comienzo a acercarnos a un pasado que está muy vivo, y a reconocerlo y explorarlo. Por ello, la invitación perseguía romper con la brecha y separación tan profundas que se ha pretendido abrir entre pasado y presente desde la guerra civil hasta la actualidad, en la línea similar en la que desde entonces, y especialmente desde el año 2000, múltiples personas y colectivos luchan por “recuperar la memoria histórica”.

Para nosotros, esta actividad, fundamentalmente política (en el sentido más noble del adjetivo), atañe a todos, al conjunto de la sociedad, empezando por el propio nivel local, dado que la dictadura franquista y su continuación parcial en la democracia actual persiguieron y han conseguido una reconstitución radical de la sociedad, la política y la economía del Estado español y parte de Europa occidental. Esa falla, que apreciamos en la relación de muchas personas, afectadas directa o indirectamente, con su pasado, es la prueba de ello, y por tanto abordarla y, en su caso, superarla nos concierne a todos. En este sentido, nuestra investigación histórica constituye una entre muchas voces y creemos que con este acto, y otras actividades de la campaña, hemos conseguido que la gente hurgue en su pasado y haga hablar a las relaciones que mantiene con él. De este modo, lo que se dice sobre la historia ya no es un discurso cerrado de los especialistas, sino una búsqueda del pasado a partir de una implicación activa (individual y colectiva) desde el presente.

La jornada comenzó con un paseo desde el centro de Bustarviejo hasta la Dehesa Vieja, después de que planteáramos la estructura básica prevista, lo que permitió empezar a recorrer un camino especial de la historia local y del propio país. Al llegar a la dehesa Pedro propuso una profunda reflexión sobre el sistema represivo franquista, sus especificidades y su sentido, como proyecto de reorganización total de la sociedad o ingeniería social cimentado en la violencia física y simbólica. Alicia nos guió por los principales restos del destacamento, incluidos los espacios interiores de los barracones, poniéndonos en la piel de los presos y otros habitantes del campo.

Dentro de los barracones.

Posteriormente nos dirigimos a las casas de los familiares en las que hemos estado excavando, para reflexionar junto con Marín, Falqui y Gonzalo sobre la vida cotidiana de las mujeres y los niños que vivieron junto a sus familiares presos, sobre los distintos aspectos de esta experiencia histórica y el papel o interés de los restos arqueológicos en su conocimiento y reconocimiento. Durante este día los caminos frecuentados por los ganaderos y sus cabañas dejaron que se vieran las huellas de los presos y sus familiares, y de una parte del sistema represivo de la posguerra, y creo que todos participamos expectantes, impactados y decididos en ello.

La jornada fue un homenaje, porque conocer la historia no es sólo conocer tu propio lugar en el espacio y en el tiempo, sino reconocer y explorar el de los demás. Los puentes que trazamos entre el pasado y el presente de unos y otros no están dirigidos tanto a fomentar un sentido de comunidad nacional (esa nación perdida que fue la II República), como a decirles a los presos y a sus familiares que no están solos, que todos hemos sido arrastrados (por voluntad, necesidad o contingencia) a un sistema levantado sobre la sangre y el crimen, y que muchos queremos relacionarnos de otro modo con ese pasado en el que han participado y construir el futuro sobre otras bases.

Falqui nos explica la excavación en el sector de las casas de los familiares.

Debate en torno al significado de estos restos.

La jornada terminó con un espléndido concierto de música antigua a cargo de Nulla Fides, mientras saciábamos nuestra sed y apetito con un aperitivo. La música renacentista, que salía frente a los barracones, añadía para muchos de nosotros un contraste implacable frente a los sonidos y voces de ese pasado que llega hasta nosotros y al propio paisaje, formando parte de él, y, así, se convertía en vida, fuerza y argamasa para que cada uno, interiormente primero y en común después, fuera y vaya volviendo constructivamente sobre ese pasado y los caminos que le ligan a él, situándole en distintas relaciones con sus realidades y las de los que las habitan. Y más allá del contraste, desde la propia irracionalidad, pero esta vez en parte tratada, la música se añade, junto con lo que sugiere, a las experiencias que muchos vivieron y sufrieron en torno a estas manifestaciones despiadadas del poder.

Música renacentista en la fachada de los barracones.

Un apertitivo para rematar la jornada.

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