lunes, 19 de septiembre de 2011

Murieron con las botas puestas

Estos son los pies de uno de los más de 200 soldados que cayeron en la batalla de la Enebrá, en abril de 1938. Los cadáveres quedaron abandonados en tierra de nadie durante cerca de un año. Nadie pudo ir a recogerlos y darles sepultura mientras duró la guerra. Al acabar esta, un vecino de Abánades los enterró en el corralón de la paridera. Esto explica que los huesos que hallamos se encuentren en su mayor parte desarticulados. No así los dos pies de la imagen, uno de los cuales fue a parar a la fosa dentro de su zapato.

El mismo que se calzó su dueño el último día que pasó con vida.

2 comentarios:

julian dijo...

Parece ser que en esta paridera que se refugiaron despues de perder el fortín que defendía el 266 Batallón de Cazadores de serralo nº 8 Hicieron prisioneros a 2 alferez, 2 Sargentos y doce soldados, junto a su Comandante llamado Sansaloni,muriendo un Capitán de la Guardia Civil, 2 Tenientes, 1 Alferez y 20 soldados casi todos moros y también encontraron los cadáveres de unos soldados republicanos que habían capturado la noche anterior y que habían ejecutado.
También encontraron numerasa documentación, 300.000 pesetas en billetes "facciosos" y material de guerra.
Saludos
Julián

Ismael dijo...

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

Cancionero y romancero de ausencias
Miguel Hernández