martes, 25 de noviembre de 2014

Pulso contra el olvido. Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), Uruguay (vídeo)

Os presentamos este vídeo (para verlo pincha este enlace) en el que se muestra cómo es un día de trabajo de este grupo de investigación de la Universidad de la República (Uruguay) y de la particular forma de arqueología que desarrolla, buscando desde el año 2005 los cuerpos de los detenidos desaparecidos de la última dictadura uruguaya. Este vídeo parte y ha sido posible gracias a la desinteresada labor de Ángel Galán, un documentalista malagueño bregado en multitud de proyectos vinculados con los derechos humanos, la memoria y las luchas políticas de los subalternos. Podéis ver parte de su obra en retales.net. Podríamos destacar los 6 años que estuvo en el área de comunicación de las Abejas de Acteal, organización pacifista, indígena y campesina del estado mexicano de Chiapas, cuya comunidad sufrió en 1997 la Masacre de Acteal a manos de fuerzas paramilitares del gobierno mexicano. Ha participado también en el proyecto Across The Sea donde trabajó como responsable del área de vídeo en la zona del estrecho de Gibraltar. Se trata de un proyecto multimedia que recoge las experiencias y las historias de vida de diferentes personas que migran a través del mar Mediterráneo. Ahora mismo está finalizando un documental sobre el genocidio armenio. En breve podréis ver otros minidocumentales en los que estamos trabajando, centrados en la materialidad de diferentes espacios represivos de la dictadura uruguaya: centros clandestinos de detención y cárceles políticas. Desde aquí de nuevo mi agradecimiento a Ángel Galán por su disposición, compromiso y capacidad de trabajo.


Para entender el trabajo del GIAF habría que hacer una breve mención al ambiente político y social en el que se gestó. En Uruguay hubo dos comisiones de la verdad, impulsadas desde la Cámara de Representantes tras la llegada de la democracia en 1985: una encaminada a esclarecer la muerte de dos parlamentarios durante la dictadura, y otra denominada Comisión Investigadora sobre Situación de Personas Desaparecidas y Hechos que la motivaron. Sin embargo no están a la altura de la CONADEP argentina ni de la Comisión de Reconciliación de Chile, ya que sólo trabajaron en el ámbito parlamentario, sin apoyo del ejecutivo, contaron exclusivamente con testimonios voluntarios, no publicaron los resultados, no tuvieron conclusiones definitivas y dejaron fuera las torturas y violaciones de los campos de concentración o la prisión política. Como consecuencia de los pactos del Club Naval de 1984, de finales de la dictadura y en donde se diseñó cómo sería la democracia uruguaya, se aprobó en 1986 la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, por la cual, y pese a que la mayoría del pueblo uruguayo estaba a favor de que se juzgara a los militares, se impidió la exigencia de cualquier responsabilidad penal a estos.

Sin embargo esta ley vigente, en su artículo 4, obliga al ejecutivo a investigar el paradero de menores y adultos desaparecidos durante la dictadura. Este artículo, invocado reiteradamente desde entonces, se hizo efectivo en el año 2005, al comienzo del mandato del presidente frenteamplista Tabaré Vázquez, con el encargo a la Universidad de la República de que se constituyera un equipo de investigación arqueológica, que se denominó Grupo de Investigación en Arqueología Forense (GIAF), y que poco después vio reforzadas sus investigaciones con otro equipo de investigación histórica sensu stricto. En los primeros años de vida del GIAF tuvo mucha importancia la tutela y aporte que realizó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). El trabajo del GIAF ha sido prácticamente ininterrumpido desde entonces, con numerosas intervenciones arqueológicas sobre todo en predios militares que fueron utilizados tanto como centros de detención como centros clandestinos de detención, aunque entre los objetivos de su trabajo no está la reconstrucción espacial de los mismos sino la búsqueda de los cuerpos de los detenidos-desaparecidos. Los técnicos del GIAF trabajan como peritos dentro de causas judiciales, de las que no se puede hacer publicidad hasta que no se levanta el secreto por parte de los jueces. Las atribuciones del GIAF son variadas: investigación preliminar, búsqueda y contrastación de fuentes, peritajes forenses y excavación arqueológica. Estas últimas son las que aparecen reflejadas en el vídeo, con la fachada del Batallón 13, en donde se sigue trabajando en la actualidad,  y con las intervenciones en el interior del centro clandestino de detención de La Tablada Nacional. Desde hace unos años el trabajo de este equipo, así como el de historiadores y archivólogos, está coordinado y encargado por la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, que depende de la Presidencia del Gobierno. 

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