Visita guiada a la casa de Peña Blanca. Al fondo, el macizo de Coberteras.
En la visita guiada del sábado
subimos a una de las torres que coronan las esquinas del actual edificio en
ruinas de la Casa de Peña Blanca. Desde ahí el visitante se hace una idea clara
del paisaje, con el antiguo pueblo de Vaciamadrid en la llanada, al pie del
Soto de las Juntas. Uno de los vanos de la torre enmarca plenamente el macizo
rocoso del Vértice Coberteras, un hito dentro de lo que en la documentación
militar se conoció durante la guerra como el Espolón de Vaciamadrid. A día de
hoy, parte de ese espacio está en manos privadas y otra es propiedad del
Ejército, que realiza maniobras allí. Es una pena no poder llevar a cabo
trabajo de campo en una de las zona 0 de los inicios de la batalla del Jarama.
El gran objetivo franquista era cruzar el Jarama y cortar la carretera de
Valencia. Dominar el espolón de Vaciamadrid suponía alcanzar una posición
ofensiva desde la que se podía hostigar con todo tipo de armamento un vial
crucial para los suministros a la capital.
Envalentonados por la reciente
toma de Málaga, las tropas de élite del ejército sublevado, plenas de moral,
ven aquí la posibilidad de cerrar el cerco sobre Madrid y acabar rápidamente
con la guerra. Sin embargo, las cosas iban a complicarse desde el inicio. La ofensiva
tuvo que retrasarse por las pésimas condiciones climáticas. Además de perder el
factor sorpresa, la lluvia y el barro entorpecerían sobremanera el avance. La I
Brigada del coronel Rada fue la encargada de avanzar para conquistar el
objetivo. Eran tropas de choque, bregadas y experimentadas, los aguerridos moros, entre otros. El día 7, tras una
intensa preparación artillera, inician su avance, enfrentándose a la XIX
Brigada republicana. Bajo una lluvia torrencial, al día siguiente conquistan el
vértice, sufriendo un brutal contraataque republicano el día 9.
Plano con los movimientos de los dos ejércitos en los primeros días de la batalla (en Martínez Bande 1968).
El Capitán Jefe accidental del
segundo tabor de regulares de Melilla, describió pormenorizadamente el avance a
pecho descubierto, entre el lodo, bajo el fuego de las armas autómaticas
(AGMAV, C. 1904, 3). En su avance, los regulares se encuentran con el campamento que [los republicanos] dejaron abandonado, lonas individuales, bastante armamento, y
municiones que quedó por el suelo ante la imposibilidad de poder recogerlo por
no poder distraer fuerzas del Tabor, ya que cada individuo llevaba su fusil, 200
cartuchos, dos bombas de mano, rancho en frío, careta anti-gas, etc., y además
tener que recoger los heridos que tuvimos, además de la lluvia y viento frío y
de esta manera mojándose el personal y empapándose la ropa. Al fin y al
cabo, un avance de infantería no deja de ser una prospección arqueológica de un
terreno ignoto, controlado por el enemigo.
Para aquellos que pretenden
desideologizar el conflicto, las fuentes no dejan lugar a dudas sobre el
compromiso con la Cruzada de los mandos de estas tropas de élite, que compiten
entre ellas por adquirir capital simbólico en la lucha contra los rojos. Citando de nuevo al capitán
anterior:
Visto el desarrollo de la operación y siendo felicitado el Tabor lo
traslade con orgullo y satisfacción de ver que el 2º Tabor ha sido el primero
que ha dominado á tiro de fusil la carretera de Valencia siendo un gran honor
para el mismo ya que también tuvo el laurel de ser los primeros que dominamos
la carretera general de La Coruña, en Las Rozas, pero esta fue dominada por
nuestra presencia. “TODO POR LA PATRIA”. “VIVA ESPAÑA”.
El Espolón de las Coberteras a 10 de Febrero 1937.
Artillería franquista batiendo posiciones republicanas al pie de los cantiles del Piul (en García Ramírez 2007).
Desde entonces, el Espolón de
Vaciamadrid quedó en manos franquistas. Recuperarlo fue una obsesión del
gobierno republicano hasta el final de la guerra. Desde aquí se ametrallaba la
carretera de Valencia y la artillería bombardeaba las posiciones republicanas,
entre ellas las de los Cantiles del Piul.
En el contraataque del día 9 una
granada rompedora de la artillería republicana cayó sobre una chabola, causando
notables bajas, entre muertos y heridos. Entre éstos últimos estaba un capitán,
que animó y sostuvo a la tropa, a unos soldados que con elevado espíritu
victorearon a España y al Generalísimo. El comportamiento de este capitán quedó
así reflejado por el jefe de agrupación de artillería de la Iª Brigada (AGMAV,
C. 1904, 13):
A Vd de parte el Comandante que suscribe de que los informes recibidos
tanto de los heridos como de los ilesos al explotar una granada enemiga en La
Marañosa sobre la actuación del Capitán Don Juan Pedro Cortés Mateo que mandaba
la 7ª Batería del 3º Ligero son tales que demuestran en el citado Capitán tan
grande espíritu militar y tal amor a España que me honro en ponerlo en el
superior conocimiento de V para lo que estime oportuno. Al Jefe que suscribe le
dijo el Capitán Cortés momento después de serle amputada la pierna que era un
día feliz para él por haber dado una pierna por España y solo sentía haber
dado tan poco. Pinto 10 de febrero de 1937. El Comandante. Manuel Camba.
Rubricado.
Navalcarnero 11 de febrero 1937.
El Comandante Jefe de la Agrupación.
La ofensiva franquista empezaba
con buen pie, mientras los republicanos se iban por piernas cuesta abajo. Aquí
acabó la guerra para el capitán Cortés. No sabemos (por ahora) qué fue de él.
Pero sin duda, se convirtió en un laureado Mutilado de Guerra, a lo Millán
Astray. El Régimen quizás le puso una gasolinera, un estanco o lo enchufó de
vedel en un ministerio o un colegio. Si tuvo familia, sus vástagos tendrían
acceso a becas, a colegios mayores de militares, su mujer podría comparar en
economatos y, en caso de enviudar, recibir una paga así como los honores de
haber sido la esposa de un héroe de guerra. Todo a cambio de dar una pierna por
España. Por el contrario, los mutilados del otro lado (brigadistas y
españoles), y sus familias, no tuvieron nada de eso durante cuarenta años. Sí.
En esta guerra hubo vencedores y vencidos. En sitios como el Espolón de Vaciamadrid
se enfrentaban también modelos opuestos de sociedad, diferentes visiones
políticas e ideológicas del mundo. Lamentablemente, la España del capitán
Cortés sigue presente, gangrenando nuestra sociedad, mientras se amputan
libertades y derechos.
6 comentarios:
No se si sois conscientes de la existencia de las múltiples posiciones republicanas que rodean la posición nacional del espolón, que están prácticamente construidas sobre el precipicio. Creo que decir que los franquistas tomaron el espolón así sin más no es contar toda la verdad, pues nunca lo conquistaron por completo y su extremo norte quedó en manos republicanas gracias al esfuerzo de la 19 Brigada Mixta.
¿ Vértice Coberteras, seguro
Pues no, no le dieron un estanco, siguió en activo. El coronel Juan Pedro Cortés Mateos fue hasta 1970 jefe provincial del cuerpo de mutilados de Barcelona, año en ese año con residencia en Madrid. En 1959, a pesar de ser mutilado de guerra, estaba destinado en el regimiento de artillería número 32.
Estuvo casado con Consuelo Murube de Pablo, perdieron una niña de dos años, al fallecer ésta en Sevilla el 22 de diciembre de 1936.
En 1938 formó parte de la comisión gestora del ayuntamiento de Sevilla, encargado del servicio de régimen interior.
Aquí hablan de él, en italiano.
http://www.bibliomanie.it/i_feriti_nazionalisti_del_collegio_di_spagna_bologna_paselli.htm
Por cierto, pudo ser uno de los tenientes que en bombardeó en Sevilla Casa Cornelio (tenía más hermanos).
En el inventario de restos del Fente del Jarama en Rivas Vaciamadrid, que realizó GEFREMA en convenio con el ayuntamiento de Rivas, se puede comprobar la situación que se dio en Coberteras. Las trincheras de ambos bandos están extremadamente cerca y los caminos, escaleras y otros medios para suministrar a los soldados republicanos son numerosos y sorprendentes. Las evidencias de el Ejercito popular de la Républica estuvo allí arriba hasta el final de la GCE son abundantes.
Gracias por los comentarios. Efectivamente, en el cerro Coberteras se consevan trincheras republicanas muy cerca de las sublevadas. Pese a que la mayor parte del terreno fue ocupado por el ejército franquista, se mantuvo una presencia republicana hasta el final del conflicto. Desgraciadamente, como se trata de una propiedad privada no ha podido ser objeto del presente proyecto.
Yo soy hijo del Capitán Cortes, mi padre falleció en 1977.No solo vivió después de la guerra.nacimos siete hermanos más después de nuestra hermana a la que se hace mención.Ademas de siendo Coronel mandar el Regimiento Artillería num 32, de Melilla, también mandó después el de Artilleria num 14 que fue su gran ilusión pues había estado destinado en él siendo Capitán.
Es un orgullo para los hijos que vivimos (mi hermana yo) como lo hubiera sido para el resto de mis hermanos si vivieran, uno General de Artillería, otro Coronel de Infanteria y un tercero Coronel de Artilleria.
No recibió ninguna prebenda, solo la MEDALLA DE MUTILADO PERMANENTE (faltaría más).Debió ser condecorado con la Medalla al Merito MilitarIndividual.
Publicar un comentario